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La homosexualidad y ser liberado de ella
¿Qué causa la homosexualidad, sus factores subyacentes y puede uno deshacerse de ella? ¿Por qué es un pecado y una lujuria como la codicia, la amargura y otras actitudes equivocadas?
En las siguientes líneas, vamos a echar un vistazo a la homosexualidad y sus factores de fondo. El propósito es reflexionar especialmente sobre el origen de la homosexualidad y si una persona puede liberarse de ella, así como lo que dice la Biblia sobre el tema. Muchos pueden estar en desacuerdo, pero deberían leer el texto completo.
FACTORES DE ANTECEDENTES DE LA HOMOSEXUALIDAD. Al buscar una razón para la homosexualidad, uno de los argumentos más importantes ha sido que la homosexualidad es innata y que no se puede hacer nada al respecto. Se ha explicado que algunos nacen homosexuales y solo tienen que aceptar su identidad. Sin embargo, al estudiar la homosexualidad, ha sido imposible encontrar ni siquiera una razón hereditaria para ello. No se ha encontrado ningún gen u otro factor hereditario que pueda causar la homosexualidad. Faltan hallazgos claros de esta área. En cambio, ciertos factores de fondo y características especiales, que se enumeran a continuación, parecen ser mucho más importantes. Estos factores se han encontrado repetidamente en varios estudios y entrevistas que se han realizado. La mayoría de ellos están relacionados con las relaciones. Los veremos a continuación:
HOMOSEXUALIDAD MASCULINA
Rechazo por parte del padre . Quizás el factor más común que causa la homosexualidad en los hombres es la ausencia de un modelo de padre cálido y amoroso. Si el padre de uno ha sido irascible, indiferente y hostil, esto puede resultar en que el niño o el hombre comience a buscar la aprobación de los hombres, porque no la obtuvo de su propio padre. Así, la homosexualidad es la sexualización del anhelo por el padre (en las mujeres, respectivamente, la madre) en los hombres. Si un hombre ha tenido un buen modelo de padre, en parte evitará el desarrollo homosexual. Jerry Arterburn, un ex homosexual, habla de esto:
El apoyo adicional y la aceptación brindados a un niño pueden ser suficientes como tales. Muchos homosexuales han dicho que en realidad anhelaban principalmente la aceptación de los hombres. Si sus padres hubieran cambiado su actitud y les hubieran prestado más atención a sus hijos, toda su vida podría haber ido en una dirección positiva. (1)
Otros hombres. Un factor casi tan importante como el rechazo del padre es también el rechazo de otros hombres importantes, como hermanos y compañeros de escuela. Este rechazo puede privar a un niño oa un hombre de un modelo necesario de identificación con su propio género y aislarlo de él. Muchos hombres han caído en relaciones homosexuales porque han encontrado la aprobación y la solidaridad de amigos varones que no habían experimentado antes. Jerry Arterburn ha dicho cómo esto lo afectó más a él:
No me convertí en un gay de pura sangre de la noche a la mañana. El cambio se produjo tan gradualmente que ni siquiera lo noté de inmediato. Al principio, solo pensé que me estaba haciendo amigo de estos nuevos conocidos. Disfruté de los nuevos amigos. Parecían entender por lo que había pasado en mi infancia. (…) Quería averiguar si la homosexualidad era la razón por la que me sentía así. Dejé de salir con chicas y comencé a pasar mi tiempo con una pareja homosexual que conocía de la universidad. Encajé perfectamente en este grupo, y los chicos me tomaron bajo sus alas como hermanos. Sentí tanta solidaridad, que no había sentido ni siquiera en compañía de mis propios hermanos. La sensación de ser aceptado fue milagrosa. Me tentó el mundo homosexual más que cualquier otra cosa. (2)
Andrew Comiskey también ha contado cómo empezó a sentir un anhelo homosexual porque había estado aislado de sus amigos varones de la misma edad. Esta fue una de las principales razones de su anhelo homosexual:
En gran parte de mi desarrollo sexual temprano se pudo observar la alienación de mi propia masculinidad. Me sentí insuficiente e inadecuado para el papel de un hombre. Fue principalmente por la distancia emocional que mantuve con mi padre, que se debió tanto a mis propias expectativas y percepciones erróneas como a las deficiencias de mi padre. La alienación de mi padre fue confirmada por los continuos rechazos de mis amigos varones que comenzaron ya en la escuela primaria y continuaron hasta la pubertad. Debido a que me había distanciado de mi padre y de mis amigos varones, comencé a sentir un fuerte anhelo homosexual. No entendía el estado de ánimo de dolor y juicio que tenía hacia los hombres. Tampoco entendía lo difícil que era para mí lidiar con mi propia masculinidad. (3)
La influencia de la madre. La madre también puede desempeñar un papel en el surgimiento de la homosexualidad. Si ella separa a los niños de su padre, ata demasiado al hijo a sí misma en lugar de a su cónyuge, y toma a su hijo como su confidente, puede causar un gran daño. La ternura de la madre puede desviar psicológicamente al niño, y cuando se coloca al niño en el papel de confidente, le resulta difícil separar su propia identidad de género de la identidad de la madre. Puede seguir el modelo de su madre en lugar del de su padre. Leanne Payne ha descrito esto:
Si el niño no tiene una figura paterna fuerte y de apoyo, una madre extremadamente protectora que mantiene a su hijo peligrosamente cerca puede hacer que su hijo tenga dificultades para separar su identidad sexual de la de su madre, y la madre puede promover el comportamiento homosexual en ella. hijo. (4)
El segundo modelo posible es una madre autoritaria y dominante que critica a su esposo frente a los niños. La madre puede ser muy agresiva y despectiva con su esposo, dañando mucho la imagen que el hijo tiene de su padre. También puede hacer que el hijo tenga dificultades más adelante para confiar en las mujeres, porque su madre le ha dado un modelo tan dominante y autoritario. Este tipo de trasfondo ha sido descrito por Andrew Comiskey:
Una y otra vez he visto cómo estas personas son incapaces de tener relaciones heterosexuales porque sienten que el padre del sexo opuesto se aprovechó del otro padre. Un hombre que buscó ayuda no confiaba en absoluto en las mujeres porque su madre se había comportado de manera dominante con su esposo pasivo y lo insultaba. (5)
Actitud negativa de los padres hacia la sexualidad. Un factor que causa la homosexualidad puede ser la actitud negativa de los padres hacia la sexualidad. Los padres pueden, por ejemplo, castigar injustificadamente a su hijo por haber mostrado su cuerpo mientras jugaba con otros niños. Esto puede resultar más adelante en el rechazo de la sexualidad como un todo. A veces, las reacciones irrazonablemente negativas de los padres solo pueden causar daño. El caso también puede ser un padre que se burla del despertar del interés de su hijo por las niñas, por lo que el hijo puede malinterpretarlo como algo inadecuado, sucio y anormal (también puede haber otros factores influyentes detrás de esto). El hijo puede volverse más tarde hacia su propio género para recibir aprobación sexual. David y Don Wilkerson han descrito esto en su libro The Untapped Generation:
Los niños a los que se les advierte continuamente sobre el peligro de las relaciones sexuales comienzan a pensar que son aburridas y sucias. El niño interpreta sus sentimientos sexuales naturales durante la pubertad como anormales y puede sentirse culpable por ello. Tal vez se le haya enseñado al niño a temer a las personas del sexo opuesto. Los padres que tienen problemas con su sexualidad a menudo consciente o inconscientemente reflejan estos sentimientos a sus hijos. Los padres que crían a sus hijos con una actitud sana hacia la sexualidad no deben tener miedo de que su hijo se convierta en homosexual; es muy probable que el niño crezca normalmente. Un hogar lleno de una actitud saludable hacia la sexualidad debe estar lleno de signos de los cuales el niño pueda concluir naturalmente que la heterosexualidad no solo es normal y correcta, sino también gratificante y placentera. Los padres sexualmente equilibrados saben instintivamente cómo fomentar la masculinidad en los niños y la feminidad en las niñas. (…)
Demandas incorrectas. Otro factor que causa la homosexualidad puede ser que los padres se sientan decepcionados por haber tenido un niño en lugar de una niña, y que inconscientemente traten de obligar a su hijo a asumir el papel del sexo opuesto, por ejemplo, vistiendo a un niño con ropa de niña. Leanne Payne ofrece un buen ejemplo de esto:
Loren, un elegante y apuesto hombre de cuarenta años, había sido abiertamente homosexual desde su juventud. Esto había causado grandes conflictos entre él y su padre, y problemas en sus otras relaciones. No se aceptaba a sí mismo, pero defendía apasionadamente su comportamiento cuando discutía con su padre. Entendió que su homosexualidad incluía un rencor y una rebelión hacia su padre, pero nunca pudo lidiar con esto. Este hombre había encontrado genuinamente a Cristo y la salvación, pero muchas veces perdía la batalla contra su tendencia homosexual, hasta que Dios sacó a la luz sus primeros recuerdos. Esto sucedió cuando le pedimos al Señor que encontrara ese recuerdo que expusiera la causa del problema. Durante esta oración, revivió un hecho que tuvo lugar cuando él acababa de nacer. Vio a su padre entrar en la habitación donde acababa de nacer. La decepción llenó rápidamente la habitación y lo abrumó. Su padre lo miró con disgusto y dijo: "¡Niño otra vez!" Luego se dio la vuelta y salió corriendo de la habitación. Loren era su tercer hijo, habían estado esperando una niña. Loren "vio" todo esto y lo experimentó de nuevo, y esta vez, lo entendió tanto intelectual como emocionalmente. Este rechazo explicó por qué Loren más tarde había intentado convertirse en una niña, para gran asombro de la familia. Quería jugar con muñecas y niñas, no con niños. Inconscientemente trató de ser la niña que su padre había esperado. (6)
El abuso por parte de alguien del mismo sexo también puede causar comportamiento homosexual. Jerry Arterburn cuenta cómo fue víctima de abuso sexual, que fue uno de los factores que lo llevaron por el camino equivocado. También cuenta cuántos de sus amigos homosexuales tienen antecedentes similares. Otra cita de un libro del evangelista argentino Carlos Annacondia habla del mismo tema:
El resultado de esa noche fue que mis sentimientos se desviaron. Yo había sido abusado sexualmente. En mi caso, ese fue literalmente el principio del fin. (…) Mi lucha que duró treinta años se parece a la de muchas otras personas homosexuales. He conocido a varias personas como yo, que han caído en la homosexualidad porque niños mayores u hombres adultos han abusado sexualmente de ellos. Irónicamente, mi primera experiencia me dio la atención de los hombres que anhelaba. Al mismo tiempo, destrozó mi ya débil seguridad básica y autoestima. (7)
Muchas personas a quienes Dios ha liberado de la homosexualidad nos han dicho que han sido violadas o abusadas sexualmente en la niñez. A menudo, palabras como “Eres un marica”, que dicen los padres, y lastiman a un niño, pueden desanimar a un niño pequeño. Pero cuando Jesús entra en su vida, el espíritu maligno tiene que irse y son liberados. Te puedo asegurar que no se necesita ningún otro tratamiento. (8)
HOMOSEXUALIDAD FEMENINA . Mientras que el trasfondo de la homosexualidad masculina suele ser una mala relación paterna, las mujeres tienen problemas con su relación materna. Es la razón más común de la homosexualidad femenina. Leanne Payne ha observado que esta es la razón más típica de la homosexualidad femenina:
Ahora entendía ese vacío emocional que hizo que Lisa fuera especialmente sensible y que la había llevado fácilmente a entablar una relación con su profesora lesbiana. El comportamiento lésbico (excepto cuando se trata de una personalidad histérica) como neurosis sexual no es tan complicado como el comportamiento homosexual en los hombres. Según mi experiencia, generalmente es causado por la necesidad de subirse al regazo de la madre que no se cumplió del todo o no lo suficiente en la infancia. (9)
Erik Ewalds ha hecho la misma observación sobre la homosexualidad femenina. Escribe en su libro ( Tahdotko tulla terveeksi , p. 94):
Al tratar a hombres homosexuales, me he dado cuenta de que una de las razones detrás de su disposición es que no tenían una figura paterna con la que pudieran relacionarse cuando eran niños. No recibieron ninguna ayuda para encontrar su género o el ego que los hubiera liberado. Durante mucho tiempo, también he estado tratando de averiguar qué hay detrás de la homosexualidad de las mujeres. Al menos una de las razones es que la madre no ha sido un buen modelo a seguir. Luego la niña ha salido a competir para identificarse con los hombres. Así que trata de comprarse dignidad compitiendo con los hombres. No estoy afirmando que esta sea la única razón de la homosexualidad femenina que se aplica a todas las mujeres homosexuales, pero existen tales casos, mujeres con las que he hablado y a las que he tenido el privilegio de ayudar a encontrarse.
• Una de las razones de la homosexualidad de la mujer es el miedo y el odio de la mujer hacia su padre y otros hombres, porque se han comportado sin amor hacia ella. Además, si ha sufrido acoso sexual por parte de hombres, puede expandir su miedo y odio hacia los hombres. En su anhelo de amor, puede volverse hacia un miembro de su propio sexo.
• Si los padres han deseado un niño en lugar de una niña e inconscientemente tratan de obligar a la niña a asumir el papel de niño, eso es un factor predisponente. Este es un factor de fondo común en la homosexualidad masculina también.
REACCIÓN A LAS CIRCUNSTANCIAS . El trasfondo del nacimiento de la homosexualidad son a menudo factores desfavorables, que se mencionaron anteriormente. Sin embargo, hay que señalar que aunque muchas personas tienen circunstancias similares, no las ha convertido en homosexuales. Han podido sufrir por las mismas cosas y, sin embargo, no han llegado a una vida similar. Nuestra reacción a nuestras propias circunstancias importa mucho. Un buen ejemplo es que aunque las prostitutas y los delincuentes suelen provenir siempre de cierto tipo de hogares, muchas personas de circunstancias similares no han acabado prostituyéndose o delincuentes. Muestra que todos pueden influir en sus propias elecciones. Alan Medinger, él mismo un ex homosexual, cuenta más sobre el tema. Menciona que no fueron las circunstancias en sí mismas las que causaron su homosexualidad, sino cómo reaccionó ante las circunstancias. Su historia seguramente es cierta para muchas otras personas que ahora practican la homosexualidad:
Puedes encontrar en mi pasado casi todas esas circunstancias que generalmente se cree que conducen a la homosexualidad: no era un niño deseado, mis padres esperaban una hija, tenía un hermano mayor que cumplía mejor con las expectativas de nuestro padre y un padre que tenía grandes problemas en su vida afectiva. Difícilmente podía manejar su propia vida, sin mencionar ser un verdadero padre para sus hijos. Sé que estas circunstancias no causaron mi homosexualidad. Más bien, cómo reaccioné a estos me llevó en esta dirección. (10)
¿ES POSIBLE EL CAMBIO? Como se dijo, el comportamiento homosexual a menudo se ha justificado por la noción de que es innato y que el cambio no es posible. Incluso se ha mostrado el tipo equivocado de piedad y se ha dicho: "Tú naciste de esta manera; solo tienes que aceptar tu suerte". Esta es una noción común que se menciona repetidamente. Pero como apuntábamos antes, la homosexualidad no es innata, sino que es una cuestión de circunstancias y de las propias elecciones. Si fuera hereditario, lo más probable es que, por ejemplo, entre tres hijos, todos, no solo uno, acabaran siendo homosexuales. Sin embargo, la mayoría de las veces esto no sucede, y el asunto puede limitarse a un solo hermano. Asimismo, si fuera hereditario, los padres y abuelos también deberían estar igualmente orientados. Sin embargo, no han sido esto. Muestra que la homosexualidad no es una cuestión hereditaria o innata. ¿Qué hay de experimentar el cambio? Ciertamente es posible, aunque muchos homosexuales pueden decir que nunca podrán o no cambiarán. Sin embargo, Dios, que creó al hombre varón y hembra, puede sanar a una persona quebrantada, porque de eso se trata también. Él puede sanar el quebrantamiento de una persona y reparar todo lo que se ha descompuesto por dentro a lo largo de los años. Una persona solo tiene que entregar su vida a Dios primero. Un buen ejemplo de cómo obra Dios se ve en Cor. 6. En este pasaje, se describe cómo los homosexuales no heredarán el reino de Dios, pero luego Pablo agrega: "Y esto erais algunos de vosotros". Esto indica que algunas de estas personas antes eran homosexuales pero ya no lo eran. Pablo escribió:
- (1 Cor 6:9,11) ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que abusan de sí mismos con los hombres , 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos de vosotros : ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Alan Medinger también ha hablado de su propio cambio. Su liberación sucedió de repente, lo que no siempre le sucede a todos:
Al día siguiente y los días siguientes me di cuenta de que habían ocurrido muchos milagros. Las fantasías homosexuales que había tenido todos los días durante los últimos 25 años habían desaparecido. Experimenté tal amor hacia Willa, que ni siquiera lo había imaginado posible. Y lo que quizás sea aún más importante, Dios ya no era un juez distante para mí, sino que se había convertido en mi Salvador personal. Jesús me amaba, y yo lo amaba mucho. Fue la primera vez que entendí lo que realmente significa amar y ser amado. (…) Debido a que la curación de la homosexualidad ocurrió tan repentinamente, a menudo me preguntan qué tan perfecta es realmente la curación. Puedo responder diciendo que el tiempo es una prueba de su autenticidad y que un matrimonio bendecido es su fruto. Durante los últimos diez años, no he experimentado ninguna tentación homosexual. Con tentación quiero decir que hubiera considerado seriamente o hubiera deseado tener sexo con hombres. Sin embargo, después de la curación básica, en cierto modo extrañé tener un hombre mayor y más fuerte en mi vida. También esto ahora se ha ido, y considero a los hombres como mis hermanos, no como padres o protectores. (11)
Veamos otra cita que está relacionada con el tema. Se trata de una mujer transexual que vivió 37 años en el papel de hombre (El título del escrito es: 37 años en el papel de hombre: Dios restauró mi identidad). Ella actuó como un hombre, se vistió como un hombre y usó un apodo de hombre. Reprimió todo lo femenino en sí misma y muy pocos sabían que en realidad era una mujer. La razón de su comportamiento fueron principalmente las condiciones de su infancia y vida, que es un trasfondo común para los homosexuales y los discapacitados sexuales. Sus padres querían un niño en lugar de una niña, y descubrió que complacía más a sus padres en el papel de un niño. Sin embargo, la liberación y la recuperación comenzaron cuando entregó su vida a Dios:
… - Soy de los países Bajos. Mi padre era italiano y mi madre romaní de los Países Bajos. Mi familia estaba muy rota. Tuve que hacer frente al mundo criminal de Rotterdam ya en la juventud. A los catorce años me condenaron a tres años y medio de prisión, cuenta La Serpe . Por problemas en el hogar, la niña pasó varios años de su infancia con su abuela en Italia. Sus padres esperaban que su primogénito fuera un niño. La niña notó ya a una edad temprana que complacía a sus padres y se manejaba mejor en las calles que un niño. Los vestidos, las joyas y el maquillaje no eran para ella. Luisa suprimió todo lo femenino en sí misma y tomó como nombre el masculino Loid. Solo unos pocos conocían su sexo correcto porque se afeitaba el cabello, usaba ropa de hombre y se comportaba como los demás hombres. (...) Así comenzó el cambio de Luisa de narcotraficante a evangelizadora. La feminidad comenzó a ser proporcional a medida que comenzaba a recuperarse de sus heridas internas, de las cuales las experiencias de rechazo de su infancia fueron las más grandes. Sin embargo, pasaron varios años antes de que se atreviera a entregar su identidad masculina por completo al cuidado de Dios. (...) Dios aseguró que Él sabía cómo estaba Luisa. Prometió curar las heridas de su corazón si Luisa volvía a Él. - Esa noche, el Espíritu Santo vino y me cuidó. Logré ser completamente sanado de mis heridas internas y estar en Sus brazos como un niño. Me arrepentí de haber vivido en el papel de un hombre hasta los 37 años. Solo entonces me atreví a entregar mi identidad masculina por completo a Dios y aceptar mi feminidad. La alta y hermosa mujer rompe muchas veces de emoción al recordar los viejos tiempos. El camino no ha sido fácil pero hoy está feliz. Luisa está llena de alegría y tensión mientras espera ver qué ha planeado Dios para ella a continuación. Después de su recuperación, Luisa volvió a trabajar en los barrios marginales entre los más miserables de Fortaleza en Brasil. Muestra fotografías en las que posa con un exsacerdote Macumba salvado o reza con una mujer que llora y cuyas extremidades inferiores están gangrenadas a causa de una diabetes no tratada. - La pobreza, las enfermedades, la criminalidad y la prostitución son la realidad cotidiana en los barrios marginales. A veces tenía que huir con mis amigos de mafiosos armados con cuchillos de la selva. Pero aun así el trabajo valió la pena, se regocija Luisa La Serpe . (12) Las relaciones humanas son importantes para la curación y el cambio, tanto para los homosexuales como para otras personas. Muchos tienen experiencias de rechazo en el pasado en el fondo, donde fueron rechazados, por ejemplo, por el padre, la madre, el maestro o los amigos de la escuela. (Un programa de radio informó que el 50% de los jóvenes homosexuales había planeado suicidarse, lo que indica experiencias de vida difíciles. Para otros, el número fue muchas veces menor). Como resultado de sus experiencias, les resulta difícil aceptarse a sí mismos y a sí mismos. -La imagen es negativa. Pueden odiarse a sí mismos, ser críticos con su apariencia y ser, pero también desconfiar de otras personas. Estas son consecuencias normales de las experiencias de rechazo y del rechazo en el pasado. ¿Cómo puede una persona liberarse de las experiencias desagradables del pasado y de una imagen negativa de sí mismo? Una forma es la acción directa de Dios y su toque: puede tocarnos en un instante para que nos curemos de los traumas del pasado; ya no perturban nuestras mentes. Puede hacer en unos pocos minutos lo que de otro modo requeriría un proceso de años. Otra forma de sanar es a través de las buenas relaciones humanas. Cuando una persona espera ser rechazada pero recibe aceptación, puede ayudarla a sanar y desarrollar una mejor imagen de sí misma. Esto se aplica a todas las personas, tanto aquellas con antecedentes homosexuales como otras personas. Veamos una cita en la que un ex homosexual habla sobre cómo las buenas relaciones lo ayudaron a aceptarse a sí mismo:
Empecé una nueva etapa en mi vida cuando estaba cada vez más convencido como un joven creyente que Dios podía liberarme de mi homosexualidad y que Él me estaba llamando a liberar a otros en Su nombre. Lo más importante en todo esto fue mi cambio de escuela: me transfirieron de mi antigua universidad a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Me mudé a una casa para hombres cristianos, lo que fue un desafío y una bendición para mí en igual medida. Me vi obligada a enfrentar mis propios miedos y prejuicios sobre los hombres, particularmente sobre los hombres heterosexuales conservadores. Mi antigua ambivalencia salió a la superficie. Estos hombres representaban las tradiciones y la ortodoxia, el tipo de normalidad que me rechazaba y contra la cual naturalmente me rebelaba. (...) Aprendí algo enorme e inesperado durante mi primer año allí: todos estos hombres me amaban. A pesar de todos los signos que muestran mi origen cultural poco convencional (cabello largo, lengua afilada, siniestro sentido del humor), sacaron a relucir lo bueno que había en mí y realmente me bendijeron. Su amor era bastante duro a veces. Uno de ellos una vez me dijo que me arrepintiera de mi orgullo y actitud elitista (mi forma pecaminosa de protegerme del rechazo). Pero la mayoría de mis hermanos mostraron su amor orando por mí y animándome a crecer en el Señor. Me sorprendió encontrarme con hombres tan completos que podían amar a otros hombres libremente, incluso con ternura, sin ninguna agenda erótica. Mi actitud hacia ellos era a veces reservada pero me deleitaba con la afirmación claramente masculina que me ofrecían. Cuando me sentí lo suficientemente seguro, me abrí para contarle a uno de los chicos de la casa sobre mí, poniéndome en riesgo de ser rechazado, lo que me permitió experimentar una sanación interior que nunca antes había experimentado. Yo era uno de ellos y me encantaba. Comprendí que finalmente podía disfrutar del verdadero amor con personas del mismo sexo de la manera que Dios quería. Jesús me dio valor durante el tiempo que viví con estos hombres. Me ayudó permitiéndome apoyarme en Él y usar los dones que me ha dado. Por primera vez en mi vida, otros me dijeron que tal vez tenga dones como orador y consejero. Empecé a verme como un trabajador dinámico en el Reino de Dios, en lugar de ser un homosexual “en recuperación”. Disfruté la vida y sentí que era valiosa con mis raíces en Su amor y Su propósito. Sentí que estaba viviendo el gran plan de Dios al máximo, buscando a Dios y regocijándome en Su cuidado. Su cuidado fue claro y continuo a lo largo de los dieciocho meses que pasé en la casa. (13)
"YO TENGO ESTA TENDENCIA". Cuando analizamos si la homosexualidad es innata, muchas personas pueden argumentar que tienen esta tendencia y que no pueden hacer nada al respecto (señalamos antes que la homosexualidad no es innata). También pueden decir que su tendencia no puede ser moralmente incorrecta. Sin embargo, el hecho de que alguien tenga una tendencia, como la homosexualidad, no es excepcional. Otros pueden tener tendencias hacia el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la ira, las aventuras extramatrimoniales, el consumo de pornografía u otras cosas. Esas también son tendencias. La homosexualidad no es muy diferente de las cosas anteriores. Sin embargo, el hecho de que tengamos cierta tendencia, sea innata o no, no nos convierte en simples víctimas de las circunstancias. Podemos, al menos hasta cierto punto, elegir cuánto nos guía nuestra inclinación. Así, una persona con tendencia homosexual puede elegir si tener sexo en absoluto o solo con una o más personas. Asimismo, el cónyuge casado puede decidir si permanece fiel a su cónyuge, incluso si tiene la tentación de enamorarse de otra persona fuera del matrimonio. Asimismo, un amante de la comida puede frenar en cierta medida su apetito, al igual que un fumador puede decidir en qué momento se lleva un cigarrillo a la boca. La pregunta es si dejamos que nuestras malas tendencias gobiernen nuestras vidas. Pablo escribió:
- (Rom 6:12) No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedecáis en sus concupiscencias.
La ayuda de Dios para vencer las tendencias . El párrafo anterior hablaba de las tendencias y de cómo superarlas. Además, es posible que una persona sea adicta a estas cosas. Tal vez usted es el tipo de persona que ha luchado con la homosexualidad o alguna otra dependencia pero no ha podido deshacerse de ella. El hecho de que tengas tal adicción es en realidad una señal de que perteneces a cierto grupo de personas. Eres, según la Biblia, siervo del pecado como dijo Jesús:
- (Juan 8:34,35) Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo del pecado. 35 Y el siervo no se queda en la casa para siempre: mas el Hijo se queda para siempre.
Sin embargo, si sufres de la esclavitud del pecado, puedes ser liberado. Jesús, que dijo las palabras anteriores sobre la esclavitud del pecado, es también amigo de los pecadores (Mateo 11:19) como le llamaban sus enemigos. Él acepta a los pecadores, es decir, a personas como cada uno de nosotros:
- (Lucas 15:1,2) Entonces se acercaron a él todos los publicanos y pecadores para oírle. 2 Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este recibe a los pecadores , y come con ellos.
Entonces, si sufres de homosexualidad o eres de alguna otra manera esclavo del pecado, puedes ser libre si te vuelves a Jesucristo. Él ha prometido hacerte libre:
- (Juan 8:36) Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
La homosexualidad es un pecado. Lo más grave de la homosexualidad es que es un pecado y que sus practicantes no heredarán el reino de Dios. Puede que a mucha gente no le guste, pero fue escrito hace unos 2.000 años, de forma totalmente independiente de nosotros. Los siguientes versos se refieren a esto:
- (1 Cor 6:9,10) ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que abusan de sí mismos con los hombres , 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredarán el reino de Dios .
- (Lv 18:22) No te echarás con varón como con mujer: es abominación.
- (Rom 1:26,27) Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza : 27 Y de la misma manera también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros; cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
- (1 Tim 1:9,10) Sabiendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los inicuos y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los impíos y profanos, para los homicidas de los padres y homicidas de madres, por asesinos, 10 por los fornicarios, por los que se contaminan con humanidad , por los esclavistas, por los mentirosos, por los perjuros, y por cualquier otra cosa que sea contraria a la sana doctrina;
- (Judas 1:7) Así como Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas de la misma manera, entregándose a la fornicación y yendo tras carne extraña , son puestas por ejemplo, sufriendo la venganza del fuego eterno.
El siguiente ejemplo ilustra cuán importante es entender que practicar la homosexualidad y la lujuria es un pecado. Si uno no entiende esto, nunca podrá encontrar la paz con Dios y tener una conciencia limpia. También impide su posibilidad de salvarse:
Recuerdo a otra persona que también consultaba a menudo a los médicos. Vino a hablar también conmigo. La gente había orado mucho por él, pero no encontró la paz con Dios. Todos decían: “Solo cree en Dios. Es suficiente." Pero el Señor me habló del asunto y me atreví a hacerle al paciente una pregunta aterradora: “¿Es usted homosexual?”. Él dijo: "¿Cómo puedes saberlo?" Respondí: “El Señor me mostró eso”. “Sucedió cuando aún era joven”, dijo. “¿Has confesado este pecado al Señor? Cuando confieses tu pecado, serás sanado”, le respondí. Pero eso no es un pecado. Es una enfermedad. Dije: “Entonces no puedo ayudarte”. Me despedí del paciente. Seis semanas después vino a mí y me dijo: “Ahora estoy convencido de que es un pecado”. Dije de nuevo: “Confiesalo al Señor”. Él respondió: “No puedo hacerlo”. Durante media hora luchamos por su alma, hasta que confesó sus hechos al Señor. Desde ese día ha sido un hombre feliz. Nunca más tuvo que ir a un hospital psiquiátrico. ¡La felicidad se podía ver en su rostro! Hay poder en la sangre de Jesucristo. Dios da la plenitud de su Espíritu Santo para que podamos ayudar a las personas a la libertad. Las personas están esclavizadas por el pecado y un mensaje superficial acerca de Jesús no puede liberarlas. (14)
Sin embargo, muchas personas piensan que la homosexualidad no es un pecado y pueden defenderla en nombre del amor y la tolerancia. Pero es bueno preguntar que si los pasajes anteriores de la Biblia son correctos y verdaderos, ¿no cambia eso el asunto al revés? A la luz de esto, las declaraciones de las personas que promueven y apoyan el estilo de vida homosexual solo alejarán a otros de Dios, hacia la condenación. Estas personas, que no se preocupan por las almas de los hombres, se erigen en las mayores autoridades cuando afirman que los versículos anteriores de la Biblia son mentira. Quizás lo que Jesús dijo acerca de aquellos a través de los cuales vienen las tentaciones se aplica a tales personas (Lucas 17:1,2, Ver también Santiago 3:1,2) Sin embargo, lo más importante es que nadie tiene que ir al infierno por la homosexualidad o cualquier otro pecado. Si nos volvemos a Dios y nos arrepentimos, entonces todo puede cambiar y recibiremos el perdón en nuestra vida. Esto se basa en lo que sucedió hace casi 2000 años a través de Jesús. La Biblia nos dice muy claramente que Dios lo envió a Él - Jesús el Mesías - porque Dios amó al mundo y a cada uno de nosotros:
- (Juan 3:16) Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito , para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
La Biblia nos dice que cuando Cristo vino a la Tierra, quitó el pecado del mundo al morir en la cruz. Debido a que el pecado del mundo fue puesto sobre Él y quitado, nuestros pecados también fueron quitados. Esto permite que Dios nos perdone por nuestros pecados, y nos da una nueva vida aquí en la Tierra, si queremos recibirla:
- (Juan 1:29) Al día siguiente Juan ve a Jesús que viene a él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo .
- (2 Cor 6:1,2) Nosotros, pues, como colaboradores con él, os rogamos también que no recibáis la gracia de Dios en vano . 2 (Porque dijo: Te he oído en tiempo acepto, y en el día de salvación te he socorrido; he aquí, ahora es el tiempo acepto; he aquí, ahora es el día de salvación.)
RECIBIR VIDA. Si alguien se ha alejado de Dios por mucho tiempo, aún puede ser salvo y tener una conexión con Él. Él o ella también puede superar sus tendencias, para que no controlen la parte principal de su vida. Esto incluye los siguientes aspectos:
Venir al Padre Celestial . El primer paso es cuando nos volvemos a nuestro Padre Celestial. Sólo sucede a través de Jesucristo, como dijo el mismo Jesús:
- (Juan 14:6) Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí .
Entonces, cuando te vuelves personalmente a Dios a través de Jesucristo, puedes decirle que quieres estar en conexión con Él y que necesitas la salvación. Lucas 15 cuenta la historia del hijo pródigo. El hijo confesó sus pecados y volvió con su padre. Como resultado, el padre se llenó de compasión por él y corrió hacia él. La actitud de nuestro Padre Celestial hacia ti y todos los que nos volvemos a Él es la misma:
- (Lucas 15:18-20) Me levantaré e iré a mi padre , y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, 19 Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como a uno de tus jornaleros. 20 Y él se levantó y vino a su padre. Pero cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y tuvo compasión , y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó.
¡Entiende el amor de Dios ! Luego, entiende que Dios te ama. Él te ha amado siempre, incluso cuando no lo conocías. Ha sido escrito:
- (Rom 5:6-8) Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Difícilmente morirá alguno por un justo, pero tal vez alguno se atreva a morir por un buen hombre. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros .
También debes entender que lo mismo se aplica al presente si te has vuelto a Dios. El amor de Dios no depende de cuán exitosa haya sido tu vida o cuán bien hayas vencido el pecado, es amor de tiempo completo. Esto es lo que dice la carta de Pablo a los Romanos al respecto:
- (Rom. 8:35, 39) ¿Quién nos separará del amor de Cristo … 39 Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios , que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
¡Confía ! La tercera cosa importante es que confíes en el poder de Dios en tu vida. Esto se basa en el hecho de que has sido injertado en Cristo (Juan 15:5). Cuando eres tentado (¡ y eso ciertamente sucederá! ), puedes mirar a Cristo y esperar que Él haga lo que para ti es imposible. Ciertamente no serás perfecto en un abrir y cerrar de ojos, pero puedes confiar en Su ayuda en tu vida:
- (Filipenses 1:6) Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Entonces, si tienes una tentación o tendencia hacia la homosexualidad, recuerda que puedes vencerla de la misma manera que puedes vencer la ira, la crítica, el alcoholismo y otros pecados: por el poder de Jesucristo. Esto era muy común en la congregación primitiva y ciertamente podemos esperarlo ahora. Solo debes volverte a Dios y esperar que Su milagro suceda en tu vida:
- (Tito 3:3-5) Porque también nosotros mismos éramos en ocasiones insensatos, desobedientes, extraviados, esclavos de diversas concupiscencias y deleites, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros . 4 Pero después de eso apareció la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador para con los hombres, 5 Él nos salvó no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino según su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y la renovación en el Espíritu Santo;
References:
1. Jerry Arterburn: Kun kulissit kaatuvat (How Will I Tell My Mother), p.131 2. Same, p. 73 3. Andrew Comiskey: Täyteen miehuuteen ja koko naiseksi (Pursuing Sexual Wholeness), p. 131 4. Leanne Payne: Särkynyt minäkuva (The Broken Image), p. 46 5. Andrew Comiskey: Täyteen miehuuteen ja koko naiseksi (Pursuing Sexual Wholeness), p. 139,140 6. Leanne Payne: Särkynyt minäkuva (The Broken Image), p. 84, 85 7. Jerry Arterburn: Kun kulissit kaatuvat (How Will I Tell My Mother), p. 39,40 8. Carlos Annacondia: Kuuntele minua Saatana! (Listen to me, satan!), p. 122 9. Leanne Payne: Särkynyt minäkuva (The Broken Image), p.30 10. Roland Werner: Toisenlainen rakkaus (Homosexualität – ein Schicksal?), p.48 11. Same, p.50,51 12. Näky-magazine 4 / 2008, p. 10-12 13. Andrew Comiskey: Täyteen mieheyteen ja koko naiseksi (Pursuing Sexual Wholeness), p. 171,172 14. Michael Harry: Te saatte voiman, p. 75
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