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¿Existe la reencarnación?
Introducción
Si comenzamos a examinar las visiones básicas del movimiento Nueva Era y las religiones orientales, es bueno comenzar con la reencarnación. Esta doctrina es prácticamente el fundamento de todas las enseñanzas del movimiento Nueva Era y también una creencia básica de las religiones orientales como el Hinduismo y Budismo. Se estima que alrededor del 25 % de las personas en los países occidentales cree en la reencarnación, pero en India y otros países de Asia – de donde son originarias estas doctrinas - el porcentaje es mucho mayor. Principalmente en India y otros países de Asia han estado enseñando esta doctrina por al menos 2.000 años; estaba aceptada generalmente alrededor del año 300 antes de Cristo, no mucho antes de eso. La gente que cree en la reencarnación piensa que la vida es un círculo continuo; cada persona nace en la tierra una y otra vez, y siempre volverá a encarnar nuevamente, dependiendo de cómo haya vivido en su vida anterior. Todas las cosas malas que nos suceden hoy en día, sólo son el resultado de acciones anteriores. Ahora debemos cosechar lo que hemos estado sembrando en vidas previas. Sin embargo, si no recibimos la iluminación y al mismo tiempo la libertad de este círculo (obteniendo moksha), este círculo continuará para siempre. En el mundo occidental, recibir moksha no es tan importante. En cambio, en el mundo occidental la reencarnación es vista de una manera positiva, mayormente como la posibilidad de desenvolverse y crecer espiritualmente. No tiene las mismas connotaciones negativas. Pero, ¿qué deberíamos pensar con respecto a la reencarnación? ¿Existe realmente? ¿Vale la pena creer en ella? Trataremos de abordar estas cuestiones en este artículo.
1. ¿Reencarnamos una y otra vez?
1. ¿Reencarnamos una y otra vez?
En lo que concierne a la doctrina de la reencarnación, podemos encontrar muchas inconsistencias lógicas y puntos cuestionables en ella. Lo mismo puede aplicarse a la investigación que ha sido hecha sobre la reencarnación mediante el uso de hipnosis y reportes espontáneos. Estudiaremos esto a la luz de los siguientes ejemplos:
¿Por qué no recordamos? La primera y ciertamente la más justificada pregunta concerniente a nuestras vidas pasadas es, “¿por qué normalmente no recordamos nada sobre ellas?” Si realmente tenemos detrás de nosotros una cadena de vidas pasadas, ¿no sería lógico que pudiésemos recordar muchos detalles de esas vidas pasadas, como la familia, escuelas, residencias, trabajos y vejez? ¿Por qué no recordamos esas cosas de nuestras vidas anteriores, aún cuando podemos recordar cientos, incluso miles de eventos de esta vida? Por ende, ¿no es esto una clara evidencia de que esas vidas anteriores nunca existieron, porque de otra manera ciertamente las recordaríamos? Si eres un miembro del movimiento Nueva Era y crees en la reencarnación, podrías preguntarte por qué no recuerdas nada de esas vidas anteriores. Toma en consideración también que muchos defensores de la reencarnación niegan la posibilidad de que podríamos recordar esas vidas previas. Incluso H.B. Blavatsky, la fundadora de la sociedad teosófica, quien quizás más que cualquier otro dio a conocer la reencarnación en los países occidentales en los años 1800, se sorprendió de que no podía recordar:
Quizás podamos decir que en la vida de una persona mortal no hay tal sufrimiento del alma y del cuerpo que no sea el fruto o la consecuencia de cierto pecado que fuera cometido en formas de existencia anteriores. Pero por el otro lado, su vida actual no incluye ni una memoria de aquellas. (1)
Crecimiento demográfico. El segundo problema que enfrentamos es el crecimiento demográfico. Si existe la reencarnación y uno siempre obtiene moksha y vive en un círculo, el número de personas sobre la tierra debería bajar –o por lo menos no debería aumentar. En otras palabras, ahora debería haber menos gente sobre la tierra que antes. ¿Por qué la situación es justo lo contrario? Mientras la población debería estar decreciendo continuamente porque la gente abandona el círculo, en lugar de ello crece todo el tiempo, de modo que ahora somos como 10 veces más habitantes sobre la tierra que los que había hace 500 años atrás, y 30 veces más que 2,000 años atrás. Precisamente, en estos momentos hay más gente sobre la tierra que nunca antes y su número se ha incrementado a lo largo de los siglos. De hecho, no necesitaríamos ir hacia atrás más que algunas décadas – basando los cálculos sobre el actual crecimiento demográfico –antes de llegar al punto cero donde no habría ningún habitante. (Compare Génesis 1:28, “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra...”). El crecimiento poblacional es un verdadero problema desde el punto de vista de la reencarnación – especialmente si algunas almas se liberan del círculo. Esto no respalda la reencarnación, sino que la contradice.
Reencarnaciones orientales y occidentales. Una característica de la visión oriental es que un ser humano puede convertirse en animal o incluso en una planta, mientras que en los países occidentales se supone que los seres humanos siguen siendo seres humanos. La visión más antigua y más original de Asia incluye todas las formas de vida; es por eso que se le llama la transmigración de las almas. Por ejemplo, Olavi Vuori (pág. 82, Hyvät henget ja pahat) brinda esta descripción de la religión popular China:
La religión popular china incluye una visión sobre la reencarnación. Después de haber pasado por todos los tribunales, el alma reencarnará en este mundo. La forma en la cual reencarnará la persona depende de la vida previa de ella. Los que hubieron tratado mal a los animales domésticos nacerán como animales domésticos. Por esta razón los chinos religiosos no matan animales. Ya Laotsé aconsejó: “Sed amables con los animales, pueden ser vuestros ancestros.”
Podemos preguntarnos ¿por qué los creyentes occidentales no han puesto mucho énfasis en este aspecto? Muy raramente – o nunca - hemos oído de alguien que haya sido un pez o una bacteria en su vida anterior; ¿y quién recordaría tal forma de vida previa como un animal? Otra cuestión que parece obvia es: si vivimos como bacterias e incluso como árboles en nuestras vidas anteriores, ¿entonces qué aprendemos? Por cierto, las bacterias y árboles no tienen entendimiento. Muchas personas creen que han sido reyes u otras personas notables, pero en estudios sobre la reencarnación generalmente no oímos que alguien haya sido un animal en su vida previa –ese tipo de historias falta completamente. Justificadamente podemos preguntarnos por qué existe una diferencia tan grande entre el punto de vista occidental y el oriental. ¿No es eso otra prueba de que la gente no sabe nada concreto? Sus ideas están basadas en creencias que son difíciles o imposibles de probar como ciertas.
Intervalo entre reencarnaciones. Otra contradicción con la reencarnación son los diferentes intervalos entre reencarnaciones, el tiempo que se pasa en el otro mundo. Las opiniones varían enormemente, dependiendo de la cultura y la sociedad. Los siguientes ejemplos ilustran estas diferencias:
- En la comunidad de Druus en el Medio Oriente, la gente cree en la reencarnación directa: no hay intervalo. - En el movimiento Rosa Cruz se espera que la reencarnación se produzca cada 144 años. - En la antroposofía se cree que la reencarnación cada 800 años. - Investigadores de la reencarnación estiman que el intervalo usualmente es de 5 a 60 años.
Así, una buena pregunta es: ¿Cuál de estas creencias es correcta? ¿Ninguna de ellas? ¿No prueban estas contradicciones que esa gente no tiene información real sobre esto, y que es algo que depende de las creencias falsas de cada uno? Quizás estos intervalos y vidas anteriores jamás existieron. Otro problema más serio es que si hemos estado en el otro mundo decenas o cientos de años y muchas veces, ¿por qué no tenemos ningún recuerdo de ello? ¿Por qué estamos tan ajenos a estos intervalos en el mundo espiritual como lo estamos con respecto a nuestras vidas anteriores? Algunos explican esta ausencia de memoria diciendo que nuestra memoria podría haber sido extirpada. Pero si se nos quitó nuestra memoria, ¿cómo podemos probar que sucedió la reencarnación? Si no recordamos nada de nuestras vidas anteriores y de los intervalos entre ellas, la evidencia a favor de la reencarnación es demasiado insuficiente.
Conexión con el más allá y reencarnación. Es típico que muchos miembros del movimiento Nueva Era que creen en la reencarnación también crean que reciben mensajes de los espíritus de los muertos. Realmente creen que pueden conectarse con los muertos, aunque crean que existe la reencarnación. Pueden organizar sesiones espiritistas especiales en las que creen recibir mensajes de personas que ya están en el más allá. Por ejemplo, uno de los médiums más conocidos, el difunto Leslie Flint, estableció contacto con personas como Marilyn Monroe, Valentino, la reina Victoria, Mahatma Gandhi, Shakespeare, Chopin y otras personas famosas. Lo que muchos miembros del movimiento Nueva Era no toman en cuenta es cómo pueden ser simultáneamente válidos ambos –la reencarnación y el contacto con los muertos. Si tratásemos de combinarlos sólo armaríamos un tremendo lío. Podemos ver eso a partir de los siguientes ejemplos:
¿Con quién podríamos estar en contacto? La primera dificultas es identificar la persona con quien estamos en contacto. Si tal persona tiene tras suyo diez diferentes reencarnaciones en la tierra y justo ha pasado al más allá como alguien llamado Mateo, ¿con quién de esas diez personas estamos en contacto? Mira la siguiente lista que describe esto. La reencarnación ha sido ordenada cronológicamente –solo los nombres cambian durante sus diferentes vidas. Su última encarnación en este mundo fue con el nombre de Mateo y la primera con el de Aarón:
1. Aarón 2. Adán 3. Ian 4. Walter 5. Ricardo 6. Wayne 7. Santiago 8. Eduardo 9. Guillermo 10. Mateo
El principal problema es que si estas diez personas en realidad son solamente una persona, entonces ¿podemos ponernos en contacto con las diez personas o solo con Mateo que fue el último en estar vivo? ¿O es que la misma persona en el más allá tiene diferentes roles de acuerdo a lo que necesita, de modo que a veces es Mateo, a veces Aarón, a veces Ricardo y a veces alguien más? Es extraño que los que creen que están en contacto con personas en el más allá generalmente no se hagan este tipo de preguntas. Ellos siempre creen que están en contacto con aquellas personas que buscan. Sin embargo, como lo ilustra este ejemplo, eso es bastante improbable.
¿Y qué si la persona ha reencarnado y ahora está viviendo en la tierra? Si seguimos con la anterior línea de pensamiento, y consideramos el ejemplo de esa persona que habría reencarnado diez veces, ahora él está de regreso en el mundo como Gary. Esta sería su encarnación número once. El problema en este caso es que si nosotros intentamos hacer contacto ahora con una de esas diez personas anteriores a la actual (Aarón, Guillermo, etc., finalizando con Mateo), ¿cómo podríamos tener éxito dado que la persona está ahora en la tierra? Por ejemplo, la arriba mencionada Leslie Flint creía que había estado en contacto con Marilyn Monroe y otra gente famosa, pero, si esas personas hubiesen reencarnado y venido nuevamente al mundo, ¿cómo podría haberse establecido una conexión? ¿No habría sido absolutamente imposible? (Podría haber sucedido si Leslie Flint hubiera contactado a estas personas en la tierra, en sus nuevas encarnaciones.) Por lo tanto, hay grandes problemas si tratamos de juntar estas dos filosofías en una.
¿Puede una persona estar en contacto consigo misma? También podemos encontrarnos en la situación en la que Gary, la encarnación número once, quiera contactar una de sus encarnaciones previas. Es totalmente posible que él intente contactarse con una de sus encarnaciones previas, o incluso con todas ellas al mismo tiempo. La pregunta es: ¿Cómo puede ser eso posible, porque esta misma persona ahora está en la tierra y no en el más allá? Esto es un problema con dos lugares: ¿cómo puede alguien estar en dos lugares al mismo tiempo? Podemos ver que eso no puede ser posible.
¿Por qué todavía hay gente dentro del círculo? Una idea de la reencarnación es que estamos en un círculo continuo de desarrollo, y que la ley del karma recompensa y castiga de acuerdo con nuestras vidas anteriores. La civilización y la bondad deberían, por ende, aumentar constantemente en el mundo, a medida que nos desarrollamos. Este es un problema mayor. El mundo no está yendo hacia algo mejor, sino que está cada vez peor (como dijo Pablo, “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,” 2 Ti 3:1,2). El número de crímenes no está disminuyendo sino aumentando. Por ejemplo, en el pasado no había que llavear las puertas ni usar alarmas contra ladrones en el campo, pero actualmente sí. Y en el siglo pasado experimentamos dos de las guerras más destructivas de la historia, que mataron millones de personas. Si ha habido cierto desarrollo en esta área ha sido solo en armas y tecnología, no en la gente. Por el otro lado, si ya hemos reencarnado miles de veces, ¿no debería haber salido ya todo lo malo? Si el karma malo junto con las enfermedades, pobreza y otros sufrimientos siempre es la consecuencia de malas acciones en nuestras vidas previas, ¿no deberíamos todos nosotros haber aprendido ya nuestra lección? Así, ¿por qué todavía estamos ʺen el círculo” y por qué el desarrollo no ha producido un aumento de la bondad si cada uno de nosotros ha tenido miles de chances para aprender de nuestros errores? Hay un aparente conflicto entre ambas posibilidades, y esta es una de las más fuertes objeciones a la reencarnación.
Nuestra vida en la tierra y en el más allá. Especialmente la idea occidental de la reencarnación dice que nosotros de vez en cuando pasamos al más allá y pasamos cierto tiempo allí después de nuestra muerte. Usualmente, cuando se trata de la vida en el más allá, en los países occidentales se lo describe como un lugar que está lleno de armonía, paz y amor. Por ejemplo, en el famoso libro Kuolemaa ei ole de Rauni Leena Luukanen se presenta claramente este punto de vista. La siguiente cita es de ese libro (págs. 209, 221), donde la supuesta “abuela” del escritor (en realidad un espíritu falso que aparece como la abuela del escritor) transmite un mensaje del más allá mediante escritura automática. El mensaje se refiere a la vida en el más allá, la que entonces es comparada con la vida en la tierra, un ambiente frío y sin amor:
El amor conecta a las personas. No son necesarios palabras, gestos, ni explicaciones. No hay amor físico. Todo el amor es espiritual. La gente se ama los unos a los otros por igual, sin tener en cuenta si son hombres, mujeres, o niños. El verdadero amor es así incluso en la tierra, pero se manifiesta en diferentes formas debido a nuestros cuerpos limitados. La gente en la tierra vive un ambiente frío y desamorado. Sin embargo, en la tierra aprendemos, y debemos regresar aquí una y otra vez para aprender la lección del verdadero amor, aprender a vivir de acuerdo a nuestro desarrollo, sirviendo y amando a nuestros vecinos. (…) En la tierra uno no puede imaginar el amor y la belleza en la otra realidad. Cuando las personas llegan aquí se quedan sorprendidas por los colores, la paz, y la belleza, que no pueden describirse con meras palabras.
Sin embargo, si la vida más allá de la muerte es como eso (qué decir de malhechores que murieron sin arrepentirse, que pudieron haber torturado a otros, gente como Hitler, que fue culpable de la muerte de millones), entonces ¿por qué no prevalece la misma atmósfera aquí en la tierra? Si todos hemos estado en el más allá, donde todo es diferente, ¿por qué no sucede lo mismo aquí en la tierra? Esto no debería ser un problema porque se trata de las mismas personas tanto aquí como allí – sólo el lugar es otro. Este es otro problema con la reencarnación. ¿Por qué la misma gente vive en estos dos lugares de manera diferente (a veces feliz y a veces miserablemente dependiendo del lugar)? Es un problema igualmente grande dado que no podemos ni siquiera recordar algo de estos intervalos o nuestras vidas previas.
¿Por qué nacer en la tierra si eso no es necesario? Especialmente en los países occidentales se enseña que la vida después de la muerte es felicidad, paz y libertad de toda la cadena de cosas materiales (nos hemos referido a ello en el párrafo anterior), y que siempre podemos elegir cuándo reencarnaremos en la tierra, especialmente “de acuerdo a nuestro desarrollo mental.” Esto puede ser visto, por ejemplo, en el libro Mitä on New Age? (¿Qué es la Nueva Era, de Kati Ojala, p. 22). El libro afirma que nosotros incluso podemos elegir las condiciones de vida cuando reencarnamos en la tierra.
Debido a esto también abandonaremos el astral después de cierto tiempo y regresaremos a un nivel inferior de vibración, dentro de materia física y en una nueva encarnación. Sin embargo, antes de eso elegiremos las circunstancias y el periodo de nuestra futura vida. (…) Nosotros elegimos nuestros parientes, amigos, vecinos...
Sin embargo, si la vida después de la muerte es completa felicidad y paz, ¿por qué desearíamos reencarnar de nuevo en la tierra? Si sabemos que nos esperan sufrimientos debido al karma malo (por ejemplo, Hitler y muchos otros malhechores), nadie querría reencarnar y volver a la tierra. Más bien pasaríamos “días felices” en el más allá –puesto que somos egoístas- y no volveríamos aquí. Entonces la tierra ciertamente sería completamente desértica y no habría la actual inmensa multitud de personas. También es cuestionable que quisiésemos reencarnar aquí debido a nuestro deseo de desarrollo mental. Esto es cuestionable porque quizás el 90 % de la gente ni siquiera piensa en ello. Si esta fuese la razón más importante detrás de nuestra reencarnación, ciertamente ocuparía nuestra mente desde el mismo comienzo, pero ese no es el caso. Un problema que aparece especialmente en la visión accidental sobre la reencarnación es que no está en la misma línea que la visión original de Asia. En el oriente, el objetivo es abandonar el círculo, pero ¿por qué querrían reencarnar en la tierra si ya han alcanzado el objetivo? Alcanzarían su objetivo simplemente decidiendo no nacer más en la tierra. En el oriente, no creen en esta posibilidad, y esta visión es nuevamente una de esas contradicciones que aparecen alrededor de la doctrina de la reencarnación.
¿Cómo funciona el karma? Si observamos los misterios de la reencarnación, uno de ellos es la ley del karma. De acuerdo con el punto de vista típico, debería funcionar de manera tal que siempre recompensará o castigará a las personas de acuerdo a cómo ellas hubieren vivido en sus vidas pasadas. Si una persona ha hecho cosas malas, o tenido pensamientos malos, el resultado será negativo; por el otro lado, buenos pensamientos resultarán en un desarrollo positivo. Sin embargo, el misterio es cómo cualquier ley impersonal puede funcionar así. Ningún poder o ley impersonal puede pensar, saber la diferencia entre las acciones, o incluso recordar algo que hemos hecho – tal como un libro de estatutos no puede hacerlo: uno siempre necesita un ejecutante de la ley, un ser personal; la mera ley no puede hacer eso. La ley impersonal tampoco puede hacer ningún plan para nuestras vidas futuras ni determinar las condiciones en las que naceremos y viviremos. Estas actividades siempre requieren una persona, y la ley del karma no es una persona. ¿Cómo puede la simple ley funcionar de la manera arriba mencionada? El segundo problema es que si la ley del karma va a recompensarnos y castigarnos de acuerdo a cómo hemos vivido nuestras vidas previas, ¿por qué no podemos recordar nada con respecto a nuestro pasado? Si somos castigados debido a nuestra vida anterior, deberíamos saber también por qué somos castigados. ¿Cuál es la razón de ser de una ley si las causas del castigo no están claras? Este es uno de los misterios y puntos cuestionables respecto a la doctrina de la reencarnación.
¿Qué acerca del comienzo? Arriba hemos considerado solamente el karma malo que es creado exclusivamente en esta vida en la tierra. Vimos que la reencarnación significa que volvemos aquí a la tierra una y otra vez, y que nuestras reencarnaciones están basadas en cómo hemos vivido anteriormente. Generalmente se enseña, por lo menos en el oriente, que el karma de las vidas previas determina nuestro destino y nuestro rol en esta vida. Puesto que el karma es el resultado de vidas anteriores, la gente trata de librarse de éste, especialmente en oriente. Su objetivo es liberarse de la reencarnación, de modo que no tengan que reencarnar más en la tierra. Por ejemplo, Buda enseñó que el sendero de ocho partes es uno de los caminos para lograrlo. Un aspecto en el que la gente no piensa generalmente es el comienzo. ¿Cómo era el comienzo, cuando nadie había vivido todavía sobre la tierra y no había karma malo debido a vidas anteriores? En algún lugar debe haber un comienzo, sin nada ni nadie sobre la tierra. Una buena pregunta es: ¿cuál era el punto inicial? La historia verificable de la humanidad no va más de 5,000 años hacia atrás, cuando se originó la agricultura, la capacidad de escribir, las cerámicas, los edificios y ciudades. Tampoco puede ser que nuestro planeta, la vida que hay en éste, o el sol sean eternos – de otro modo las reservas de energía del sol y por ende la vida sobre la tierra habrían acabado hace mucho tiempo atrás. Así, pues, un misterio es ¿cómo se formó el karma malo? ¿Cómo pudo llegar a la tierra?, porque nosotros no tuvimos ninguna vida previa de la cual podríamos haberlo recibido. Se nos quiere hacer creer generalmente que durante esta vida debemos cosechar lo que hemos sembrado en nuestras vidas previas, pero si al comienzo no había vidas previas, ¿cómo puede esta doctrina sobre la ley del karma ser cierta? Precisamente, esto significaría que si en el principio no tendríamos karma malo de vidas previas, en ese entonces ya hubiéramos sido perfectos, y no habría ninguna necesidad del círculo de la reencarnación. Si esto es cierto, entonces ¿cómo se creó el círculo, si sólo el karma malo de nuestras vidas pasadas lo crea y mantiene funcionando? ¿Cuál fue el generador? Estos puntos pueden ser explicados por la siguiente cita. Se refiere a cómo el círculo quizás pueda comenzar desde la mitad, pero no toma en consideración el problema del comienzo. El autor de esta descripción debate con monjes budistas:
Estaba sentado en el templo budista de Pu-ör-an con un grupo de monjes. La conversación se dirigió a la cuestión de dónde viene el espíritu del hombre. (…) Uno de los monjes me dio una larga y detallada explicación sobre el gran círculo de la vida, que continuamente fluye a lo largo de millones de años, apareciendo en nuevas formas, desarrollando tanto niveles más elevados como más bajos, dependiendo de las acciones individuales. Cuando esta explicación no me satisfizo, uno de los monjes contestó: “El alma ha venido de Buda, de los cielos occidentales.” Entonces le pregunté: “¿De dónde vino Buda, y cómo entró en él el alma de un ser humano?” Hubo nuevamente una larga exposición de los Budas previos y futuros que se sucederán unos a otros luego de un largo periodo, como un círculo sin fin. Como esta respuesta tampoco me satisfizo, les dije: “Vosotros comenzáis de la mitad, y no del comienzo. Ya tenéis un Buda que ha nacido en este mundo, y entonces tenéis a otro Buda listo. Tenéis una persona completa que va a través de su círculo interminable cantidad de veces.” Quería obtener una respuesta clara y corta a mi pregunta: ¿De dónde vino el primer hombre y el primer Buda? ¿Dónde comenzó el gran círculo de desarrollo? (…) Ninguno de los monjes me contestó. Todos estaban en silencio. Después de un rato yo dije: “Les diré esto, aunque vosotros no tengáis la misma religión que yo. El comienzo de la vida es Dios. Él no es como vuestros Budas, que como en una serie sin fin se suceden unos a otros en el gran círculo del desarrollo, más Él es eternamente el mismo y es inmutable. Él es el comienzo de todo, y de Él viene el comienzo del espíritu humano.” - No sé si mi respuesta los satisfizo. Sin embargo, tuve la oportunidad de hablarles sobre la fuente de vida y el origen del universo. (2)
2. Examinando la reencarnación
Si has leído literatura del movimiento Nueva Era y la reencarnación, quizás te hayas enterado en informes de libros sobre investigaciones que se han hecho en esta área. Quizás te hayas dado cuenta que dos de los métodos más comunes en estas investigaciones fueron la hipnosis y los recuerdos espontáneos. A fin de tener otra perspectiva con estos métodos, quizás sea bueno que leamos la siguiente información; estos métodos no son muy confiables, como no lo es tampoco toda la investigación en sí. Veremos primero el uso de la hipnosis.
El uso de hipnosis
No es una condición normal. La primera razón para cuestionar el uso de las hipnosis es que no es un estado normal, en el que pensamos lógicamente y luego recordamos. Nunca comenzamos a recordar cosas cuando estamos dormidos, solo cuando estamos despiertos. Eso también es válido para el estudio: aprendemos cuando estamos despiertos, nunca cuando estamos dormidos. De modo que si nosotros realmente hubiésemos tenido vidas previas deberíamos recordarlas en nuestro estado normal, y no solamente bajo hipnosis. El hecho que no recordemos nuestras vidas previas hace razonable que nos preguntemos si es que alguna vez las hemos tenido.
El subconsciente. Otro problema con la hipnosis es que nuestro subconsciente puede interferir. Es posible que cosas que recordemos en la sesión no sean de nuestra vida anterior sino de una novela que hemos leído, o de una fuente parecida. Esas semejanzas siempre existen. En “A Scientific Report on the Search for Bridey Murphy” Harold Rosen da un buen ejemplo de esto:
Por ejemplo, en la hipnosis un hombre comienza a hablar el lenguaje indo europeo oski, que se hablaba en Campani, Italia, durante el siglo 3. Más tarde quedó claro que el hombre había estado ojeando un libro de gramática del idioma oski en la librería. Su subconsciente había recordado varias expresiones del idioma oski, las cuales “emergieron” bajo hipnosis.
Adaptándose a un rol. El tercer problema con la hipnosis es que quizás la persona hipnotizada solamente se adapte al rol que se espera de él, y sólo responda a las sugestiones del hipnotizador. Muchos investigadores piensan que el 95 % de la hipnosis es solamente actuación de un rol y un acuerdo con el hipnotizador (Bradbury Will, p. 174, In i det okända, Readers Digest, Sthlm 1983). Incluso el famoso investigador de la reencarnación Ian Stevenson ha admitido que actuar un rol y ajustarse a la voluntad del hipnotizador es posible bajo hipnosis.
Esas ‘personalidades’ que usualmente aparecen durante la hipnosis cuando la persona experimenta una ‘vida previa’ parecen incluir varias características. Pueden incluir cosas sobre la personalidad del individuo en ese momento, las expectativas del individuo de aquello que el hipnotizador espera de él, las ideas del individuo sobre cómo podría haber sido su vida previa, y quizás también aspectos para normales. (3)
Espíritus desconocidos. El cuarto peligro con la hipnosis es que en estas sesiones la gente está en contacto con espíritus desconocidos, y la información viene de ellos. Esta afirmación está muy justificada porque mucha gente que es fácilmente hipnotizada ha experimentado abundantes fenómenos paranormales en sus vidas, similares a los hallados en el espiritismo. Por ejemplo, Helen Wambach, quien es una pionera examinando posibles formas de vida a través de la hipnosis, ha manifestado personalmente que la interferencia de espíritus en la hipnosis es posible. Ella dijo:
Conozco a muchas personas que han estado practicando el ocultismo que piensa que ser poseído por un demonio es un peligro real para las personas bajo hipnosis. (…) Yo casi me desvié. Cuando los espíritus, mensajes extraños, y escrituras automáticas comenzaron a aparecer en sesiones espiritistas, aprendí mucho más de lo que jamás hubiese esperado. (4)
Recuerdos espontáneas
Además de la hipnosis, la reencarnación ha sido examinada por medio de los así llamados recuerdos espontáneos. A veces podemos oír el detallado informe de una persona, a menudo un niño, que cree haber sido alguien más y habla de su vida previa. Las debilidades de este método son -por lo menos- las siguientes:
La mayoría de la gente no recuerda nada. El problema principal es que la mayoría de la gente no tiene ningún recuerdo de sus vidas previas. Incluso H.B. Blavatsky, que fue la fundadora de la sociedad teosófica y trajo la doctrina de la reencarnación a occidente, admitió esto. Si nosotros realmente hemos tenido vidas previas, deberíamos recordarlo también. Pero, ¿por qué no podemos?
Ligada a la cultura. La segunda observación que podemos hacer está ligada a la cultura y a las expectativas de la gente. Allí donde la gente cree en la reencarnación también encontramos más recuerdos pero hallamos menos en los países occidentales. Se encuentran sobre todo en esas naciones que creen en la reencarnación después de la muerte. Podemos cuestionar si tienen alguna importancia, debido al compromiso cultural, porque en los países occidentales prácticamente no se encuentran.
Otras conexiones. Muchas personas que tienen “una memoria de la reencarnación” también han experimentado fenómenos paranormales, lo cual nos lleva a dudar si es sólo una cuestión de espíritus. Es posible que la gente reciba su información de espíritus desconocidos y no se trate de una reencarnación real. Incluso Ian Stevenson, el mejor investigador de recuerdos, ha admitido que muchas situaciones que han sido consideradas como evidencia de la reencarnación, en realidad pueden tratarse de fenómenos de ocultismo y estar conectados con espíritus desconocidos. Además de esto, Stevenson recibió una carta abierta de Hinduswarmi (Sri Sri Somasundara Desika Paramachariya) del sur de India. En su carta, el Hinduswami advirtió sobre la posibilidad arriba mencionada. Él escribió:
Ninguno de estos 300 casos de los cuales me has dicho respalda la reencarnación. (…) En ellos se trata de estar bajo el poder de un espíritu, al que los hombres sabios del sur de India no valoran muchos. (5)
Viviendo como la misma persona. Esos casos son muy interesantes: Dos niños recuerdan haber vivido como la misma persona. Este era el caso con Said Bouhamsy, un caso que también Ian Stevenson ha estudiado minuciosamente. Bouhamsy era un Druus que murió en un accidente de auto en 1943. Seis meses después de su muerte su hermana dio a luz a un muchacho cuyas primeras palabras fueron los nombres de los hijos de Bouhamsy. El muchacho también pudo contar sobre el accidente que acabó su “vida anterior”, y por varios años le tenía mucho miedo a los autos. El problema fue que más tarde en 1958 nació otro niño que también comenzó a referirse a su vida previa como Said Bouhamsy! Él recordaba el accidente y la cantidad de hijos que tuvo, y cosas semejantes. También creció con miedo a los autos. Así, estos casos en los que dos personas dicen haber vivido como la misma persona son imposibles de explicar por medio de la reencarnación. No puede haber explicaciones razonables para el supuesto caso de dos personas que dicen haber vivido como una misma tercera persona anteriormente. Posiblemente también en este caso se trate de caer bajo el poder de un espíritu.
La persona todavía está viva. A veces sucede que un niño recuerda su vida previa ¡como si él hubiera sido otra persona que todavía está viva! Este fue el misterioso caso de Jasbir Lali, otro caso que Ian Stevenson pudo investigar. En 1954 cuando Jasbir tenía 3 años y medio él casi murió de viruela y luego de una pronta recuperación de esa enfermedad comenzó a decir que en su vida previa él había sido un muchacho de la vecina aldea Sobha Ram. Contó detalles precisos sobre su vida como un niño; cosas cuya veracidad pudo ser comprobada. Sin embargo, en el caso de Jasbir Lali el problema fue que Sobha Ram no había muerto antes del nacimiento de Jasbir; éste murió recién cuando Jasbir tenía tres años. Este caso no puede ser una reencarnación, porque la persona todavía estaba viva. Tiene que haber otra explicación.
Muchos Napoleones. Ha habido también casos imposibles y divertidos de reencarnación. Por ejemplo, en los Estados Unidos encontramos muchas personas que dicen haber sido Cleopatra o Napoleón, a pesar de que sólo podría haber existido un Napoleón y una Cleopatra durante la historia del mundo. Deberíamos notar también que ¡más de cien personas han afirmado haber vivido como H. B. Blavatsky, la fundadora de la sociedad teosófica! Una buena pregunta en los casos previos es: ¿Se han mezclado los recuerdos espontáneos? ¿Cuál es el fundamento de estas pretensiones? La misma característica especial fue notada también por Daniel Home, uno de los médiums más famosos de su tiempo. Él se encontró con veinte Alejandros Grandes entre otras personas famosas, por ejemplo. Podemos darnos cuenta de que estos tipos de recuerdos no pueden ser ciertos.
He tenido el placer de encontrarme con por lo menos doce Marías Antonietas, seis o siete Marías, reinas de Escocia, todo un grupo de reyes Luises y muchos otros reyes, y veinte Alejandros Magnos, pero nunca un Juan Smith común y corriente. Realmente quisiera ver un caso inusual como ese.
Los casos al límite del más allá, las visitas al más allá de la frontera con la muerte no son incluidas en los recuerdos, pero éstas también pueden contradecir la reencarnación. Así por ejemplo, Maurice Rawlings, quien ha sido un doctor cerca de 35 años y siguió casos de peligro mortal y muerte súbita, dijo que él como médico jamás recibió prueba alguna de la reencarnación al entrevistar gente. En su libro Rajan taakse ja takaisin (p. 106, To Hell and Back):
Es interesante que no haya visto ni siquiera una visión en el lecho de muerte que indique alguna referencia a la reencarnación, que la persona retorne a la tierra reencarnando, o que siga viviendo en otra persona ya nacida. El concepto de “pertenencia” –vivir en aquellos que ya han nacido- fue presentado inesperadamente por el experto en reencarnación, Ian Stevenson.
3. ¿Reencarnación o vida eterna?
¿ENSEÑA LA BIBLIA SOBRE LA REENCARNACIÓN? Si has leído libros sobre la reencarnación, es posible que te hayas encontrado con la idea de que la Biblia también enseña sobre la reencarnación, o que en cierto momento fue quitada de la Biblia, posiblemente en el año 553 durante el concilio de Constantinopla. Pero, ¿es eso verdad, o no? La analizaremos a la luz de la siguiente información:
Concilio de Constantinopla año 553. En primer lugar, la idea de que la doctrina de la reencarnación fue borrada de la Biblia por el Concilio de Constantinopla en el año 553 no es verdad. En realidad, allí no se trató el tema de la reencarnación; consideraron la existencia previa del alma de acuerdo a las representaciones de Orígenes. En este concilio se rechazó esa idea. Entonces, la reencarnación no fue quitada de la Biblia, porque nunca estuvo allí. Además, Origen en persona rechazó la doctrina de la reencarnación, igual como ya se había rechazado la reencarnación antes que él en varias resoluciones de la iglesia. En su comentario del Evangelio de Mateo, él comenta sobre la relación entre Juan el Bautista y el profeta Elías (por favor, ver un par de párrafos más abajo), pero dice que eso no tiene nada que ver con la reencarnación, “la cual es una doctrina extraña para la iglesia de Dios y no viene de los apóstoles ni aparece en ningún lugar en la Biblia.”
Hallazgos de manuscritos. La suposición de que la reencarnación fue quitada de la Biblia en el concilio de Constantinopla en el 553 tampoco tiene fundamento, porque los manuscritos de la Biblia que son anteriores a esa fecha no demuestran que la Biblia hubiera sido cambiada. Con respecto a los manuscritos, entre los años 100 y 400 D.C. fueron encontrados más de 24.000 en griego y otras versiones antiguas. Este número es inmenso si pensamos en la cantidad de manuscritos antiguos de la Ilíada, la segunda obra literaria con más manuscritos antiguos, y que tiene solamente 643 documentos preservados. La diferencia es casi 40 veces más. Por el contrario, estos manuscritos demuestran que la Biblia ha sido preservada en su forma actual, un hecho que no respalda la reencarnación. Cabe destacar que muchos versículos del Nuevo Testamento pueden ser reconstruidos de extractos que fueron preservados por concilios de la iglesia abarcando 300 años desde la muerte de Jesús. De acuerdo con una investigación realizada por el Museo Británico, existen aproximadamente 89.000 párrafos sacados del Nuevo Testamento incorporados en los escritos de la iglesia primitiva. La figura es digna de atención, como el reflejo de la importancia del Nuevo Testamento durante los primeros años de la iglesia. Estas citas también indican que el Nuevo Testamento ha sido preservado en su forma actual, y el mismo no respalda la reencarnación.
Juan el bautista y Elías. Algo que muchos místicos orientales y miembros del movimiento de la Nueva Era citan a menudo son las palabras de Jesús diciendo que Juan el Bautista era Elías (Mateo 11:11-14 y Marcos 9:11-13). Piensan que esto es un respaldo o evidencia de la reencarnación. Sin embargo, Lucas 1:17 indica que Juan el Bautista andaría delante del Señor, en el espíritu y poder de Elías. En otras palabras, tendría el mismo ungimiento del Espíritu Santo como Elías, su predecesor en el Antiguo Testamento, pero él era completamente otra persona. Además, la prueba más clara de que Juan el Bautista no era Elías son sus propias palabras negándolo. Ciertamente, Juan sabía mejor que nadie quién era él, porque dijo:
- (Juan 1:21) Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.
Morir solo una vez. Si miramos las enseñanzas generales de la Biblia, vemos que tampoco apoyan la reencarnación. Es posible hallar decenas o realmente cientos de versículos referidos al hecho que podemos ser salvos solamente por gracia por medio de Jesús, y que podemos recibir perdón de nuestros pecados ahora, inmediatamente. (Ef 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.) Esto claramente contradice la doctrina de la reencarnación, según la cual la gente trata de salvarse a sí misma poco a poco a lo largo de muchas vidas y mediante el desarrollo gradual. También es significativo que al referirse a la posibilidad de que la vida continúe después de la muerte, la Biblia no enseña que reencarnamos en un nuevo cuerpo, sino que hemos de enfrentar el juicio de Dios, la condenación eterna o la entrada al cielo. Esto excluye completamente la doctrina de la reencarnación. Luego de la muerte enfrentamos el juicio, una vez.
- (He 9:27) Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.
- (2 Co 5:10) Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
¿EN QUÉ SE PARECEN LA VISIÓN ORIENTAL Y LA VISIÓN BÍBLICA? Cabe destacar que en las visiones orientales y bíblicas hay muchas similitudes en el área de nuestra responsabilidad. En los países occidentales la gente critica la condenación, pero en la visión oriental precisamente incluye esta noción, y enseña que somos responsables de nuestras acciones. Aparece en los siguientes pasajes:
Siembra y cosecha. Si comenzamos viendo qué importancia se le da en las religiones orientales a nuestra responsabilidad, la doctrina de la reencarnación y del karma incluyen nuestra obligación de hacer el bien y el pago por nuestros malos actos. A pesar de que algunas personas comúnmente niegan el concepto de que enfrentaremos juicio y condenación, la doctrina original de la reencarnación incluye precisamente la misma premisa de que cosechamos lo que hemos sembrado y pagamos por el mal que hemos hecho. Este principio de sembrar y cosechar está claramente mencionado en el libro Kuolemaa ei ole de Rauni-Leena Luukanen, donde la supuesta “abuela” del autor hace de intermediaria de un mensaje del más allá por medio de la escritura automática. Esta cita (pág. 186) se refiere al principio de que somos responsables por nuestras acciones y cosecharemos lo que hemos sembrado:
Una enseñanza importante es esta: Uno cosecha lo que siembra. Somos responsables de todo lo que hemos hecho. (…) La gente generalmente no entiende la importancia de la ley del karma.
La enseñanza del Nuevo Testamento es muy similar: cosecharemos lo que hemos sembrado; el juicio se hará en base a nuestras acciones, como lo reflejan los siguientes versículos:
- (Gá 6:7) ... todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
- (Col 3:25) Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.
- (Ap 20:12-15) Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
La visión sobre la condenación. En cuanto a nuestra responsabilidad y la necesidad de que los malhechores sean castigados, deberíamos notar que las referencias al juicio no están restringidas al pasaje arriba mencionado y a los libros sobre reencarnación. Esta visión es común en el mundo; muchas religiones están parcialmente fundamentadas sobre el reconocimiento del infierno y de las malas consecuencias que vendrán de nuestras malas acciones. Por ejemplo, el islam y el judaísmo en general creen en el infierno, pero el budismo también tiene una idea de éste. La siguiente cita habla sobre eso:
Mis estudiantes generalmente tienen la opinión de que solamente la gente buena puede ir al Paraíso, y las personas malas tienen que ir al infierno. El budismo japonés enseña la existencia de sendos “lugares”, y no tienen miedo de usar la palabra “infierno” en el lenguaje religioso local. Yo trato de que los niños vean que son ellos mismos los que han hecho cosas malas.” (6)
Eternidad. La tercera cosa digna de mencionar es que cuando se trata de nuestra responsabilidad y del juicio eterno, la doctrina oriental de la reencarnación – en la que creen, por ejemplo, muchos miembros del movimiento de la Nueva Era - puede conducir a resultados muy similares. Porque si un criminal (una persona como Hitler, por ejemplo) continúa con sus crímenes y no cambia la dirección de su vida, él tiene que pagar por eso continuamente en su próxima vida debido a la ley del karma. También el castigo para los malhechores en cierto sentido es eterno si ellos no cambian sus vidas – esto al menos es posible en la doctrina de la reencarnación, y por ello este punto de vista, en principio, difiere en cierto sentido de la condenación eterna mencionada en la Biblia. Además, la visión de la eternidad y el juicio también aparece en la religión popular china. Ellos creen que el castigo para determinadas personas, especialmente los asesinos, es eterno. Ellos ni siquiera tienen la posibilidad de reencarnar, como nos lo dice la siguiente cita:
La religión popular china incluye una idea de reencarnación. (…) El asesino nunca nacerá de nuevo sobre la tierra. Sufrirá su castigo eternamente. En cambio, si un hombre ha sido una persona extremadamente buena en su vida previa, se librará del círculo de la reencarnación y se mudará a los cielos occidentales donde se convertirá en Buda. (7)
¡EL JUICIO HA SIDO QUITADO! En cuanto a la enseñanza de la biblia con respecto a si vamos a enfrentar el juicio por nuestras obras, la buena noticia es que podemos ser completamente libres del juicio y de la condenación por medio de Cristo. Esto es así porque Cristo no vino al mundo a condenar a la gente, sino para salvarla. Él vino para salvar a las personas, de modo que todos puedan relacionarse amistosamente con Dios y no tengan que ir al infierno. Los siguientes versículos bíblicos se refieren a este importante asunto:
- (Juan 3:17) Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
- (Juan 12:47) Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
- (Juan 5:24) De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
- (Ro 8:1) Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Así, la mejor que puedes hacer es volverte a Jesucristo, por medio de quien se ha quitado el juicio. Solamente en Él y creyendo en Él puedes tener vida eterna y ser libre de la condenación. Considera estos versículos que enseñan sobre este importante tema:
- (Juan 5:40) Y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
- (Juan 6:35) Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
- (Mt 11:28-30) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
- (Juan 14:6) Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
- (Juan 6:68,69) Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
REFERENCIAS:
1. Cita de (Reincarnation), Mark Albrecht, pág. 123 2. Toivo Koskikallio, Kullattu Buddha, pág. 105-108 3. Cita de (Reincarnation), Mark Albrecht, pág. 79 4. Idem pág. 89 5. Idem pág. 14 6. Mailis Janatuinen, Tapahtui Tamashimassa, pág. 53 7. Olavi Vuori, Hyvät henget ja pahat, págs. 82,83
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Jesús es el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6)
Echa mano de la vida eterna
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