Página principal
Textos de Jari Iivanainen
¿Podemos confiar en el criticismo bíblico?






Echa mano de la vida eterna
(1 Ti 6:12)
















Jesús es el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6)






 

CAPÍTULO 3 -

¿Se conservó sin cambios el texto bíblico? 

 

 

 

Algo que ha sido sostenido ocasionalmente es que la Biblia ya no está en su forma original, puesto que su texto ha cambiado hasta cierto punto. Se ha sugerido que posiblemente el texto que leemos hoy día no sea en ningún aspecto similar al original. Si examinamos esta suposición, encontramos evidencia contra ella:

 

Abundancia de manuscritos.  Aunque los textos originales del Nuevo Testamento no han sobrevivido, muchas copias de tiempos muy tempranos han sido preservados, y eso demuestra que el texto es el mismo. Como regla general, cuanto más grande el número de manuscritos de un texto que han sido preservados, más fácil resulta verificar su forma original.

   Existen más de 24,000 manuscritos del Nuevo Testamento o partes de éste, en griegos y otros idiomas (de los años 100 a 400 A.D.). Si comparamos esto con el segundo manuscrito más antiguo, la Ilíada de Homero (de la cual hay sólo 643 documentos en existencia) – estos manuscritos antiguos representan una enorme muestra - , una cantidad casi 40 veces más grande que los textos de la Ilíada. Otro ejemplo, los textos de la guerra de César en Galia incluyen apenas 10 documentos, un número muy pequeño comparado con el número de documentos del Nuevo Testamento. A pesar de ello, nadie duda de la confiabilidad de estos textos. La siguiente lista describe el número de copias disponibles (datos de Christianity: Hoax or History?por Josh Mc Dowell):

 

Obra

Cesar
Livius

Platón (tetralogías)

Tácito (anales)  

Tácito (obras menores)
Plino el joven (historia)

Thukydides (historia)

Suetonius (De Vita Caesarum)
Heródoto (historia)

Horacio
Sófocles
Lucrecio

Catullus

Eurípides
Demóstenes

Aristóteles
Aristófanes
Homero (Ilíada)
Nuevo Testamento

Número de copias

10                        
20
7

20

1
7

8
8

8

193

2
3
9

200
49

10

643

más de 24,000

                                                                                                            

Breve intervalo. El intervalo de tiempo entre un texto original y su copia más antigua puede darnos una visión de la calidad de su preservación. Generalmente, cuanto más breve el intervalo entre la creación de un texto original y su primera copia, tanto más posibilidades existen de que el texto no haya sido cambiado.

   En ese sentido, el Nuevo Testamento está en una buena posición. El intervalo promedio entre la creación de una obra escrita original y su copia más antigua es de aproximadamente 1,000 años. Para los libros del Nuevo Testamento, sólo décadas (dependiendo del tiempo en que fue escrito el Evangelio de Juan) separan el original de la copia –un periodo de tiempo considerablemente mucho más corto que el de otros textos. Este corto intervalo de tiempo y el gran número de copias prueban que los textos del Nuevo Testamento han sobrevivido en su forma original.

   La siguiente lista muestra el intervalo entre el original y la copia más vieja de varios textos antiguos (información de: “Christianity: Hoax or History?” por Josh McDowell):

 

Obra

 

Cesar
Livius

Platón (tetralogías)

Tácito (anales)  

Tácito (obras menores)
Plino el joven (historia)

Thukydides (historia)

Suetonius (De Vita Caesarum)
Heródoto (historia)

Horacio
Sófocles
Lucrecio

Catullus

Eurípides
Demóstenes

Aristóteles
Aristófanes
Homero (Ilíada)

Nuevo Testamento

Intervalo entre el original y la copia más antigua

1,000 años

1,200 años         
1,000 años
900 años           
750 años            
1,300 años
800 años
1,300 años         

900 años
1,400 años                               
100 años
1,600 años                               
1,500 años
1,300 años
1,400 años
1,200 años
500 años
25 años

 

El mismo texto. Los textos del Nuevo Testamento fueron preservados en muchos manuscritos antiguos, y aún así hay muy pocas diferencias –tan pocas, que desde un punto de vista práctico son insignificantes. En cuanto a la uniformidad de los textos, F.C. Grant afirmó:

 

“Para un lector atento es evidente que (…) las comprobaciones no han afectado ni siquiera a una sola doctrina de la fe Cristiana, por la simple razón de que aunque son miles lecturas posibles de los manuscritos, de ese grupo no ha aparecido todavía una que requiriese rever la doctrina cristiana.” (13)

 

Sobre el mismo tema también sir Frederic Kenyon comentó:

 

“El intervalo del escrito original y la copia más antigua es tan corto que es insignificante, y el último motivo  para dudar si la Biblia ha sido esencialmente alterada ha sido removido. La autenticidad de los libros del Nuevo Testamento, que éstos son genuinos y sin cambios, ahora puede considerarse completamente confirmada.” (14)

 

Copias del Nuevo Testamento. Otra evidencia a favor de la autenticidad de los libros del Nuevo Testamento son las antiguas citas de los padres apostólicos de sus cartas durante las celebraciones de festivales religiosos 300 años después de la vida y muerte de Jesús. Aún cuando partes o copias del Nuevo Testamento no han sobrevivido, todavía podríamos reconstruir prácticamente todo el Nuevo Testamento (exceptuando 11 versículos) con las citas que han sido preservadas. De acuerdo con una investigación hecha por el Museo Británico, es posible hallar cerca de 89,000 pasajes del Nuevo Testamento entre los escritos de la iglesia primitiva. Ese número es muy importante, e indica lo mucho que se utilizaba el Nuevo Testamento ya en los primeros tiempos. Refiriéndose a la cantidad de estas citas, Sir Frederic Kenyon afirmó:

“No podemos enfatizar demasiado que el texto principal de la Biblia –en este caso el Nuevo Testamento- es infalible. La cantidad de manuscritos del Nuevo Testamento, las primeras traducciones y las citas de los primeros escritores de la iglesia es tan grande que es prácticamente seguro de que por cada pasaje que ha estado bajo sospecha, la lectura correcta ha sido preservada, por lo menos en algunos de esos textos. Esto no puede decirse de ningún otro libro antiguo del mundo.” (15)

 

EL TEXTO DEL NUEVO TESTAMENTO. En los párrafos previos hemos tratado principalmente con los textos del Nuevo Testamento. Sin embargo, también hay evidencia respaldando la preservación de los textos del Antiguo Testamento:

 

Citas en el Nuevo Testamento. Una buena pieza de evidencia es que en el Nuevo Testamento hay citas del Antiguo Testamento y referencias al mismo. Hasta hay varios centenares de estas citas y aparecen, por ejemplo, en los dichos de Jesús y también en las cartas de Pablo.

   Es esencial darse cuenta de que esas centenas de citas comprueban la exactitud del Antiguo Testamento. Ellos muestran que los textos eran idénticos al original, del mismo modo que las citas de pasajes de libros del Nuevo Testamento durante las celebraciones religiosas indican la exactitud de los libros del Nuevo Testamento. Demuestran que los textos del Antiguo Testamento – de los cuales el más reciente alcanzó su forma definitiva unos 400 años antes - no fueron cambiados.

 

Los rollos del Mar Muerto son otra demoledora pieza de evidencia en el caso de la veracidad de los textos. Estos rollos, el más antiguo de los cuales data de alrededor del 300 A.C., fueron encontrados cerca del Mar Muerto. Su texto no se desvía del texto de los modernos libros del Antiguo Testamento. Al contrario, estos rollos –en los que se encontraron todos los libros del Antiguo Testamento excepto el libro de Ester – son absolutamente similares a los utilizados actualmente. Por ende, la acusación de que se han hecho cambios al Antiguo y/o al Nuevo Testamento, es falsa. No hay pruebas para sostener eso. En vez de ello, se nos brindan varias pruebas materiales de que la verdad es exactamente lo contrario: estos textos han sido preservados fielmente.

 




shopify analytics ecommerce