CAPÍTULO 5 -
¿Qué
traerá el futuro?
HAMBRE, PESTES, Y
TERREMOTOS. Al hablar sobre las señales de los últimos días, Jesús menciona hambre, pestilencias,
y terremotos, entre otras. Estos eventos precederían su venida pública, cuando
venga en su gloria y poder.
- (Lc 21:9-11) Y cuando oigáis de
guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas
acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente.
10 Entonces les dijo: Se levantará
nación contra nación, y reino contra reino;
11 y habrá grandes terremotos,
y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y
grandes señales del cielo.
En cuanto al cumplimiento de estas tres cosas, podemos observar por lo
menos lo siguiente:
En cuanto al hambre, podemos decir que, a pesar
de que por el momento no hay hambruna en los países occidentales, todavía hay
un gran porcentaje de gente en el mundo que constantemente padece hambre, y el
número ha aumentado. De acuerdo a lo estimado por las Naciones Unidas, un
promedio de 460 millones de personas iba a dormir con hambre cada noche en
1977, pero el número ha aumentado y hoy es de 800 a 900 millones (ver el
artículo del periódico más abajo). Además, la gravedad del hambre en nuestros
días queda reflejada en el hecho de que 30.000 a 40.000 personas mueren por día
de hambre o a consecuencias de éste. Es tremendo, porque si el mismo número de
personas habría de morir en alguna catástrofe natural o en una guerra, a eso
seguramente se le prestaría atención, y los medios tendrían grandes títulos
sobre ello. Pero como se trata de una hambruna que afecta lentamente, no
reaccionamos de esa manera y por esa razón puede que no le prestemos atención.
El siguiente artículo de un
periódico (Etelä-Suomen Sanomat, 26 de noviembre 2003) se refiere a la seriedad
y universalidad de este problema. Menciona cuánta gente padece hambre en
realidad. En general, las hambrunas son causadas por cosas como guerras,
crecimiento de la población, sequías, y fracasos en las cosechas.
(Guerra: Durante la primera y segunda Guerra Mundial, la gente en
cada uno de los países en guerra sufrió hambre en cierto grado –muchos
alimentos básicos fueron racinados de modo que solamente eran accesibles
mediante fichas especiales de provisión.
Crecimiento de la población: En 1850 la población del mundo
era alrededor de un billón. Hoy es mayor que seis billones.)
Organización de las Naciones
Unidas para los Alimentos FAO:
El hambre se hace más y más
común.
El martes, la FAO, organización de las Naciones
Unidas para los alimentos, advirtió que la cantidad de personas que sufren
desnutrición ha comenzado a incrementarse otra vez, a pesar de que en la
primera mitad de la década del 90 estaba disminuyendo. En estas circunstancias,
el objetivo de la cumbre mundial de los alimentos – bajar la tasa de hambre a
la mitad para el año 2.015 - quedará tan solo como un sueño.
El informe anual de la FAO sobre el hambre informa
que la cantidad de personas que lo padecen se incrementó en 18 millones desde
1.999 hasta el 2.001 al compararlo con el período de referencia desde 1.995
hasta 1.997. De acuerdo a una declaración de la FAO, ahora habría en el mundo
842 millones de personas padeciendo hambre.
Según este
recuento, ha habido un claro revés en la guerra contra el hambre.
Se ha
estimado que aproximadamente 798 millones de personas sufren de hambre en los
países subdesarrollados, 10 millones en los países industrializados, y 34
millones en los así llamados países en transición.
La
situación en los países en desarrollo se hace peor y peor.
En la
introducción de un informe, Jacques Diouf, el director general de la FAO, dice que
debemos preguntarnos a nosotros mismos por qué sucede esto.
Enfermedades. En cuanto a las características de los últimos días,
Jesús también menciona plagas, o epidemias. De acuerdo con sus palabras, éstas
también aparecerán en muchos lugares.
En cuanto al cumplimiento de
esta señal podemos mencionar – entre tantas - al SIDA, que es una verdadera
plaga de grandes extensiones. La seriedad del tema está indicada por el hecho
que hasta ahora aproximadamente 27 millones de personas han muerto de SIDA y aproximadamente
65 millones de personas son portadoras del HIV. Si tenemos en cuenta, por
ejemplo, el hecho de que en la Primera Guerra Mundial murieron aproximadamente
20 millones de personas y 60 millones como consecuencia de la Segunda Guerra
Mundial, veremos la cifra de los muertos por el SIDA en la perspectiva
correcta. Esto demuestra que el SIDA no es un tema menor, que podemos pasar por
alto, sino que afecta a la vida de millones de personas. Si este asunto no se
resuelve rápidamente, la situación con esta enfermedad llegará a ser peor y
peor, como se describe en el siguiente artículo de un periódico (Etelä-Suomen
Sanomat 26 de noviembre de 2.003). El aumento de la enfermedad es favorecido
por el uso de jeringas infectadas para drogas y el sexo sin protección:
La Epidemia del SIDA
Empeora
Además del África, Asia y países que integraban la ex
Unión Soviética están en riesgo.
El jueves, organizaciones de las Naciones Unidas
advirtieron que la epidemia del SIDA está empeorando alrededor del mundo. La situación
todavía es alarmante en África, al sur del Sahara, pero se teme que la epidemia
se escape de las manos en algunos países de Asia y la ex Unión Soviética.
El Programa
Conjunto de Las Naciones Unidas
sobre el SIDA y la Organización Mundial de la Salud, estimaron conjuntamente en
su reporte anual que hay 40 millones de portadores infectados con el HIV, 2.5
millones de los cuales son niños menores de 15 años. En 2.003 cinco millones de
personas contrajeron la infección y más de tres millones murieron por la
enfermedad.
- La epidemia del SIDA continúa expandiéndose – todavía no hemos
alcanzados el límite, dijo Peter Piot, el líder de ONU SIDA.
(…) El
reporte anual incluye una advertencia sobre la nueva ola de infecciones que
amenaza China, India, Indonesia y algunos países de Europa del Este.
- Hay
un creciente número de señales alarmantes indicando que varios países en Asia
están siendo amenazados por una grave ola de infecciones con el HIV.
Las drogas
intravenosas y el sexo sin protección son factores de riesgo, de acuerdo con el
informe.
Las NU mencionan
especialmente China, India, e Indonesia, donde vive cerca del 40 por ciento de
toda la población mundial. La organización advierte que estos países están en
el punto en el cual las infecciones pueden pasar de pequeños grupos de riesgo a
la mayoría de la población.
Habiendo visto las epidemias y el SIDA, debemos observar que también
existen otras amenazas mayores. Una enorme amenaza son las armas biológicas, la
misma gente desparramando epidemias entre otras personas. Esta amenaza puede
ser bien real si alguien como Hitler tiene una posición dominante, o algún
grupo terrorista adquiere estas armas biológicas.
Las condiciones previas a este
tipo de guerra existen actualmente, porque muchos países han estado
desarrollando armas biológicas y también químicas en sus laboratorios durante
muchos años. Si este tipo de guerra biológica se desataría, sería posible
diseminar terribles gérmenes de diversas epidemias entre las personas. Como consecuencia
de ello, no sólo los que están en la guerra sufrirían las consecuencias, sino
también la población en general. Es posible que muchas plagas y epidemias como
las arriba mencionadas comiencen de esta manera.
El anterior secretario de defensa de
los Estados Unidos, William Cohen, hizo la siguiente declaración en 1.997:
“Cuando la tecnología ha avanzado, el mundo se ha hecho más pequeño y la
importancia de las fronteras ha disminuido, las posibilidades de difundir
enfermedades, muerte y devastación a gran escala son mucho mayores que antes.
Una persona insana individualmente, o un grupo de fanáticos puede amenazar o
matar decenas de miles de personas de una vez con una botella de químicos, con
una bacteria patógena, o con una elemental bomba nuclear.” (18)
Los terremotos también son eventos mencionados por Jesús como una
parte de los dolores de parto de los últimos días. Al igual que con las pestes
y hambres no se encuentran en todos lados y constantemente, sin en “diversos
lugares” y tiempos, quizás no tan intensamente, como en el caso de los dolores
de parto.
En lo que respecta a la aparición de terremotos en los últimos
días, su poder destructivo ha aumentado más que antes por el simple hecho de
que la densidad de la población ha aumentado de manera más extensa que nunca
antes. Aún cuando los terremotos no parecerían producirse más frecuentemente
que antes, sus consecuencias destructivas serán mayores por la densidad de los
asentamientos urbanos. Seguramente, las peores catástrofes por terremoto aún
deben producirse.
“Lo
más probable es que en los años venideros se produzcan catástrofes sin
precedentes,” afirmó Roger Bilham en la reunión de la Asociación de Geodesia y Geofísicos.
“La pérdida de vidas en cantidades millonarias no es para nada una exageración
cuando sabemos que el 50 % de la población de cualquier ciudad se puede perder
en un solo terremoto.” Aún cuanto grandes terremotos “por cierto han
resguardado los centros urbanos en el mundo en las últimas décadas, este tipo
de tendencia no seguirá para siempre,” aseguró Bilham. (19)
También el apocalipsis habla
de un gigantesco terremoto de consecuencias catastróficas. Se dice que no hubo
un terremo así desde que existe el hombre sobre la tierra, que las ciudades de
las naciones cayeron, y las montañas no se encuentraron. Así que se trata
realmente de un terremoto de grandes proporciones, y sucede obviamente muy
cerca de la venida de Jesús:
- (Ap 16:18-20) Entonces
hubo relámpagos y voces y truenos, y
un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde
que los hombres han estado sobre la tierra.
19 Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones
cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el
cáliz del vino del ardor de su ira.
20 Y
toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.
CONTAMINACIÓN
Un tema al cual la Escritura
se refiere en ciertos pasajes es la contaminación. El libro de Isaías y también
el Apocalipsis hablan de la polución de la tierra (Ap. 11:18: …y tu ira ha
venido, y el tiempo de… destruir a los que destruyen la tierra.):
- (Is 24:5,6) Y la tierra se
contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el
derecho, quebrantaron el pacto sempiterno.
6 Por esta causa la maldición
consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron
consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.
En cuanto al cumplimiento de esto, podemos notar que el cambio – al
comparar con 300 años atrás - es notable. En los comienzos de los años 1.700
uno nunca hubiese pensado que la tierra un día podría estar contaminada, pero
ahora, 300 años más tarde, esta es la realidad en muchos lugares, debido a la
revolución industrial.
Al comienzo el hombre fue puesto en el Paraíso para que
trabajara allí y cuidara de él. (Gn 2:15:
Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo
labrara y lo guardase.) pero esto cambió dramáticamente durante los pasados
siglos y la contaminación se acumula en todos los lugares y aumenta todo el
tiempo.
Echaremos una mirada a algunos datos que prueban que esta señal
está desarrollándose:
- Al comienzo de los años
1700 no había el tipo de industria que tenemos hoy en día que produce
contaminación y destruye grandes bosques por medio de la lluvia ácida y
emisiones se sulfuro. En la actualidad, las emisiones del combustible fósil son
millones de toneladas.
- En los años 1700 no había
autos contaminantes. Como medio de transporte se utilizaban los caballos. En
algunas grandes ciudades la contaminación de los autos y la industria puede ser
tan grande que, para conducir con seguridad, uno debe encender las luces
principales durante el día. En ciertas áreas ha sido necesario interrumpir el
tránsito debido al excesivo smog.
- En los años 1700 era muy
raro que los desagües fuesen directamente al agua, para no mencionar
catástrofes con el petróleo, el hundimiento de buques que transportaban
petróleo, lo que sucede una o dos veces al año y que llegó a ser una realidad
recién en los años 1900.
Actualmente, la contaminación del agua es parte de nuestra
realidad diaria. Aproximadamente 7 millones de metros cúbicos de desechos
cloacales por día, y cada año decenas de miles de toneladas de petróleo y
diversos químicos, han estado fluyendo
de los ríos de Europa hacia el Mar del Norte. Esas cantidades necesariamente
tienen que afectar la condición de estas masas de agua. Muchas áreas costeras
alrededor del mundo han sido dañadas por emisiones similares.
- En los años 1700 el actual
número de vertederos no existía (pueden haber varios de ellos alrededor de
cada ciudad y munipalidad. Como existen cientos de miles de ciudades y
municipalidades, debe haber por lo menos el mismo número de vertederos).
Puede haber procesadoras de plásticos (también éstos, al igual que las bolsas plásticas,
llegaron a ser comunes solamente con la industria del petróleo), otros
materiales no degradables, y también tóxicos ambientales y químicos en los
desagües. Muchos vertederos representan un peligro para las napas subterráneas,
para la calidad del agua potable, porque los químicos pueden ser absorbidos.
- En los años 1700 la fuerte
fertilización de los campos y el uso de pesticidas y aditivos no era común,
pero en la actualidad son una razón de la eutrofización de los cursos de agua y
la contaminación de las napas subterráneas.
- En los años 1700 no había
áreas contaminadas por pruebas nucleares, ni accidentes nucleares (como el de Chernóbil, que contaminó el
suelo en extensas áreas, causó la pérdida de renos en los países Escandinavos,
y motivó la restricción del pez comestible), y no existían problemas en
cuanto a qué hacer con los residuos nucleares de las plantas de energía
atómica. Estos son problemas nuevos de los años 1900 y una indicación del
aumento de la contaminación.
GUERRAS
- (Mt 24:6-8) Y oiréis de
guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es
necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
7 Porque se levantará nación
contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y
terremotos en diferentes lugares.
8 Y todo esto será principio de
dolores.
Cuando Jesús habló acerca de las señales del tiempo del fin, mencionó
también las guerras en las que se levantará nación contra nación y reino contra
reino. Asimismo dijo que la gente oiría de guerras y rumores de guerra y que
estas cosas debían suceder primero, pero que el fin no vendría inmediatamente.
(Lucas 21:9-10).
Si pensamos acerca del
cumplimiento de esta señal, las dos primeras Guerras Mundiales ciertamente
fueron señales, pues fueron libradas en un área tan amplia y porque las
naciones y reinos realmente se alzaron unos contra otros. No estudiaremos este
tema en forma detallada, pero la extensión de la Segunda Guerra Mundial – la
más destructiva de la historia - muestra que hubo unos 93 millones de personas
en armas y hasta 42 países participando en ella. Alrededor del 94 % de la
población del mundo estaba incluida en esos 42 países. La Primera Guerra
Mundial fue tan extensa porque tomaron parte en ella entre 50 y 60 millones de
soldados y unos 40 países.
Esta Guerra Mundial fue mucho
más grave no solo para los soldados, sino también para la población civil,
porque las líneas de frente muchas veces estaban entre la gente común. Por
ejemplo, más de 20 millones de civiles en la ex Unión Soviética murieron como
consecuencia de la guerra y eso es una cantidad realmente enorme. El número
total – sin precedentes - de víctimas de esta Guerra, fue de 60 millones de
personas, comparado con el número casi tres veces menor de aproximadamente 20
millones en la Primera Guerra Mundial. Naturalmente parte de la diferencia se
debió a la cantidad de países involucrados, pero también a las armas más y más
tecnológicas y poderosas (bombarderos,
tanques, submarinos, cañones más y más potentes, etc.), lo cual produjo una
devastación mucho más grande que antes.
A pesar de todo,
lamentablemente las guerras en el mundo no terminaron con la última Guerra
Mundial. Aún cuando Europa, el principal campo de batalla durante la Segunda
Guerra Mundial, ha estado relativamente en paz en las últimas décadas, ha
habido cientos de guerras y conflictos por doquier en el mundo, en los que
incluso millones de personas han perdido sus vidas (la guerra entre Irán e Irak, Afganistán, Vietnam, Corea, Timor,
Ruanda, Algeria, Sudán, la ex Yugoslovia, etc.). El siguiente artículo del
Washington Post se refiere a esto y también al número de víctimas en estos
conflictos:
Las guerras del siglo 20 han sido
“guerras totales”; han sido libradas contra ambos, los civiles y soldados. (…)
Cuando comparamos estas guerras a las antiguas guerras bárbaras, estas últimas
parecen peleas callejeras.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la cual se
suponía que “acabaría con todas las guerras”, ha habido más de 150 guerras
mayores (conflictos en los que mueren más de 1.000 personas en el curso de un
año) y cientos de guerras menores, rebeliones armadas y revoluciones. Después
de la Segunda Guerra Mundial más de 23.142.000 personas murieron en conflictos
armados (20)
¿Se utilizarán las armas nucleares? Aunque las guerras
han sido destructivas y han consumido millones de vidas, de acuerdo con la
Biblia parece que en el futuro habrá guerras todavía más destructivas, en las
que serán utilizadas armas nucleares y posiblemente también las armas químicas
y biológicas. Cuando miramos a las Escrituras, vemos que habla de una
destrucción mucho más grande en el mundo y en la vida de la gente que la que
causaron, por ejemplo, las Guerras Mundiales y las armas de fuego.
Aparentemente estas cosas deberían suceder justo antes del regreso de Jesús con
su poder y gloria.
Estos pasajes también muestran
la extensión de esas guerras futuras; se refieren, por ejemplo, a un ejército
que viene de la otra margen del río Éufrates (del Este, Ap. 16: 12, 9:14-16)
formado por 200 millones de hombres, lo cual habrá asombrado mucho a Juan, el
receptor de esta visión, puesto que ni siquiera existían tantas personas en su
tiempo. Este tipo de ejército, sin embargo, aparecerá y cruzará el río Éufrates
del Este, de acuerdo al Apocalipsis:
- (Ap. 9:14-16) diciendo al sexto
ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados
junto al gran río Éufrates.
15 Y fueron desatados los cuatro
ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a
la tercera parte de los hombres.
16 Y el número de los ejércitos
de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número.
En lo que respecta a las armas nucleares, su amenaza es muy real y no
debe ser minimizada. Muchas naciones poseen ahora una bomba nuclear o por lo
menos los precursores para construir una bomba de ese tipo, y si algún grupo
terrorista o un gobernante impredecible como Hitler lograría obtener una bomba
así, podría resultar en una Tercer Guerra Mundial o por lo menos en una extensa
devastación. Puede esperarse cualquier cosa.
Otra razón para ser pesimistas
es, por supuesto, el hecho que la historia a menudo se repite a sí misma y
nosotros no necesariamente aprendemos algo, especialmente en lo que respecta a
las guerras. Como los arsenales han aumentado y las armas son más poderosas y
destructivas que antes, también es posible que en cierto momento de crisis sean
utilizadas. Eso sucedió durante la Segunda Guerra Mundial cuando los Estados
Unidos utilizaron por primera vez las bombas atómicas en Agosto de 1945, cuando
fueron lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki. Ciertamente Hitler habría utilizado
estas armas anteriormente si él tan solo las hubiese tenido a disposición.
En todo caso, deberíamos ver
unas pocas referencias en la Biblia, posiblemente sobre las armas nucleares. En
algunos de estos pasajes quizás se trate también de meteoritos o cosas
sobrenaturales, por ejemplo, pero la mayoría contiene grandes similitudes con
los fenómenos que generalmente son producidos por bombas atómicas:
Pocas
personas sobrevivirán
- (Is 24:5,6) Y la tierra se
contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el
derecho, quebrantaron el pacto sempiterno.
6 Por esta causa la maldición
consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron
consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.
- (Mt 24:21,22 ) Porque habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo
hasta ahora, ni la habrá.
22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos
días serán acortados.
Una posible referencia al hecho que en los últimos días se utilizarán
las armas nucleares y no solo las armas de fuego o lanzas, es que habrá gran
desolación y solamente unas pocas personas sobrevivirán. Anteriormente, en
tiempos de Isaías, por ejemplo, la idea de una eliminación casi total de la
humanidad hubiera sido considerada como imposible. Hoy en día es posible,
porque hay muchos países con armas nucleares, y porque son capaces de destruir
varias veces la vida sobre la tierra. Hoy en día las bombas atómicas y de
hidrógeno son hasta miles de veces más poderosas que las bombas que destruyeron
Hiroshima y Nagasaki. Por lo tanto, existen muchas posibilidades.
Los pilares de humo
- (Joel 2:28-31) Y después de esto
derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán
visiones.
29 Y también sobre los siervos y
sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
30 Y daré prodigios en el cielo y
en la tierra, sangre, y fuego, y
columnas de humo.
31 El sol se convertirá en
tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de
Jehová.
Otra referencia a la explosión nuclear puede ser hallada en la mención
del fuego y los pilares de humo en el libro de Joel. Esos pilares de humo son
típicos en las explosiones nucleares; aparecieron en la explosión nuclear en
Hiroshima, como lo describe la siguiente cita. En pruebas con bombas de
hidrógeno, se han visto pilares de humo en forma de hongo de más de cuarenta
kilómetros de alto. La mayor columna de humo causada por una erupción volcánica
ha sido de solo tres kilómetros de alto:
“Todo se hizo blanco ante mis ojos,” dijo
el coronel Tibbets. “Después de la refulgente llamarada de luz, que fue la
mayor jamás vista en la tierra, se produjo un estruendo que fue oído a miles de
millas del lugar (…) Los hombres a bordo del Enola Gay pudieron ver claramente
un enorme pilar de humo en una distancia mayor de cien millas.” “Parecía tan
sólida que podrías pensar que alguien hubiera podido caminar sobre ella,” dijo
uno de los hombres.
(…) Otro
testigo ocular, el capitán Parson, dijo:
"Fue una visión terrible. Una enorme nube
de humo cubrió todo. La tierra tembló e hirvió al pie de esa enorme nube
púrpura y gris con forma de hongo. Sí, a mí me pareció como si todo estuviese
hirviendo in esa área que tenía varios cientos de millas de extensión. De
repente, una enorme nube blanca se separó de encima del hongo y se elevó en el
aire. Entonces todavía surgió otra nube. Parecía como si estuviera persiguiendo
a la primera nube. Luego la parte superior de la nube comenzó a hervir…” (21)
El
sol se oscurecerá y la luna se volverá rojiza como la sangre
- (Joel 2:30,31) Y daré prodigios en
el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.
31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes
que venga el día grande y espantoso de Jehová.
- (Ap 6:12-14) Miré cuando abrió el
sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como
tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;
13 y las estrellas del cielo cayeron
sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un
fuerte viento.
14 Y el cielo se desvaneció como un
pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
- (Ap 8:12) El cuarto ángel tocó la
trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la
luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera
parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la
noche.
- (Lc 21:25,26) Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas,
y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar
y de las olas;
26 desfalleciendo los hombres por el
temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán
conmovidas.
- (Mr 13:24-26) Pero en aquellos
días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no
dará su resplandor,
25 y las estrellas caerán del cielo,
y las potencias que están en los cielos serán conmovidas.
26 Entonces verán al Hijo del Hombre,
que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.
Puesto que los pilares de humo son típicos en las explosiones nucleares,
podrían hacer que el sol se oscurezca y que la luna se vuelva rojiza, de manera
muy similar a lo que sucede en los incendios forestales y también en las
erupciones volcánicas. Por ejemplo, la erupción del volcán Cracatoa en 1883
redujo la cantidad de luz solar incluso en Europa y coloreó las puestas de sol
por mucho tiempo.
Una bomba de tan solo un
megatón (casi 1.000 veces más potente que la bomba que fue arrojada sobre
Hiroshima) podría hacer que millones de toneladas de tierra y piedras se
conviertan en polvo y eleven en el aire y oscurezcan el sol. Si varias bombas
similares fuesen detonadas al mismo tiempo, el efecto podría ser aún más
extenso en todo el planeta. Entonces, el sol podría “volverse negro como una
bolsa hecha de pelo de cabra, y la luna hacerse roja como la sangre.”
Calor
- (Is 24:5,6) Y la tierra se
contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el
derecho, quebrantaron el pacto sempiterno.
6 Por esta causa la maldición
consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron
consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.
- (Ap 8:7) El primer ángel tocó la
trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados
sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda
la hierba verde.
El calor que se produce en las explosiones nucleares es una de sus
características distintivas: en pruebas nucleares se han sido registrado
temperaturas de más de millones de grados, similares a las temperaturas en el
interior del sol. Se ha calculado que el efecto y el calor de una bomba de 50
megatones sería tan grande que causaría quemaduras de segundo grado hasta una
distancia de 60 kilómetros y causaría la pérdida de la visión en un área de 1.6
millones de kilómetros cuadrados. Si varias bombas explotarían simultáneamente,
las consecuencias podrían ser exactamente las mencionadas en el libro de
Apocalipsis: la hierba y los árboles serían quemados en extensas áreas.
La
corrupción de la carne
- (Zac 14:12,13) Y esta será la
plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la
carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en
las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca.
13 Y acontecerá en aquel día que
habrá entre ellos gran pánico enviado por Jehová; y trabará cada uno de la mano
de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero.
Quizás la peor descripción de las consecuencias de una posible guerra
nuclear – la corrupción (o descomposición) de la carne - está en libro de Zacarías.
Se refiere a las naciones que atacan a Jerusalén en los últimos días. En
Hiroshima sucedieron cosas parecidas, como puede verse en la siguiente cita:
“Yo no sé cuánto he visto. Estaban
quemados de la cintura para arriba, y donde la piel comenzaba a desprenderse,
la carne estaba húmeda y suelta. Algunas personas estaban completamente sin sus
rostros. Sus labios y narices se habían quemado hasta desaparecer.” Otro
testigo ocular dijo, “antes de la caída del sol ellos comenzaron a oler mal.”
(22)
Las
piedras de granizo
- (Ap 8:7) El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego
mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera
parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
- (Ap 16:17-21) El séptimo ángel
derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del
trono, diciendo: Hecho está.
18 Entonces hubo relámpagos y voces
y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo
hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.
19 Y la gran ciudad fue dividida en
tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino
en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.
20 Y toda isla huyó, y los montes
no fueron hallados.
21 Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso
de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del
granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.
Una posible consecuencia de una explosión nuclear es el granizo. Cuando
la bomba atómica fue arrojada en Hiroshima en 1945, fue seguida por una súbita
tormenta de granizo, y lo mismo sucedió también en la prueba nuclear en la isla
Bikini. Thoralf Gilbrant ha mencionado esta posible consecuencia del uso de las
armas nucleares:
También esto sucederá en una explosión
atómica. En las pruebas nucleares en la Isla de Bikini fueron hallados agujeros
del tamaño de una cabeza humana en las cubiertas de los portaviones. Al
principio no se sabía cómo habían sido producidos, pero las investigaciones
indicaron que fueron causados por granizo. Decenas de miles de toneladas de
agua fueron lanzadas hacia arriba en la atmósfera. Una fotografía color muestra
cómo gases húmedos y cálidos se enfriaron a una altura de seis kilómetros y se
convirtieron en hielo. Millones de kilos de hielo, o granizo como lo llama
Juan, cayeron en el área circundante a la isla Bikini. El granizo del
Apocalipsis ya ha sido visto en acción. Es difícil imaginar el terrible daño
que este granizo causará si cae sobre un centro poblado en una guerra nuclear.
(23)
La atmósfera enrollándose
- (Ap 6:12-15) Miré cuando
abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como
tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;
13 y las estrellas del cielo cayeron
sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un
fuerte viento.
14 Y el cielo se desvaneció como
un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
15 Y los reyes de la tierra, y los
grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre,
se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
Una consecuencia de la explosión nuclear es el encogimiento de la
atmósfera. En esta situación, la masa de aire se mueve violentamente a un lado
causando un vacío y entonces súbitamente la misma masa de aire vuelve a su
lugar. Este violento movimiento que sucede en la atmósfera es uno de los más
comunes y destructivos efectos de una explosión nuclear.